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| 9786070752971
| B07PPB1GRG
| 3.83
| 19,912
| Feb 02, 2018
| Apr 12, 2019
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Decidí y lo leí. Muy interesante el tema. Desde hace dos años, invirtiendo un presupuesto muy bajo de dinero, me divierto haciendo pronósticos deportiv Decidí y lo leí. Muy interesante el tema. Desde hace dos años, invirtiendo un presupuesto muy bajo de dinero, me divierto haciendo pronósticos deportivos junto a mi hermano, jugando con las estadísticas, probabilidades y viviendo el deporte de una forma diferente. Aunque me inculcaron de niño que apostar era malo porque de convertirse en una adicción podría arruinarme la vida, he aprendido que haciéndolo con inteligencia —cumpliendo ciertas condiciones— puede ser un buen pasatiempo. Sí, es verdad, al principio puede ser muy frustrante enfrentarse a tantos resultados negativos que se cosechan, y más por la obsesión de querer ganar siempre; pero, si vemos las apuestas de una forma diferente, podremos aprovechar estas experiencias para comprender cómo tomamos decisiones, cómo nos afectan las emociones y por qué nos duele tanto perder. Es por ello que comencé esta lectura. Me pareció muy interesante conocer las experiencias y aprendizajes de una experta en el tema. Annie Duke, excampeona de póker, presenta en su libro, Decide y apuesta, lo que ha aprendido gracias a tantos años jugando póker. El objetivo de la autora es usar su conocimiento y experiencia para ayudar a que el lector tome decisiones conscientemente. Annie, en los seis capítulos que componen este libro utiliza historias deportivas y anécdotas, tanto personales como de amigos y rivales apostadores, como modelo de ejemplo para que el lector comprenda sus explicaciones. Probablemente, por la temática, la mayoría de los lectores que leerán esta obra serán personas interesadas en los juegos de azar; sin embargo, es un libro que podría serle de utilidad a cualquier persona. ¿Por qué? Porque la vida es póker, y no ajedrez. Para que sea fácil de explicar este concepto me parece más sencillo citar textualmente los siguientes párrafos del libro: Bronowski cita la respuesta de Von Neumann: «No, no. El ajedrez no es un juego. El ajedrez es una forma bien definida del cálculo. Quizá no seas capaz de calcular todas las respuestas, pero en teoría debe haber una solución, un procedimiento adecuado para cada posición. Ahora, en el caso de los juegos de verdad, estos no son así para nada. La vida real no es así. La vida real consiste en argucias, pequeñas tácticas de engaño, en preguntarte a ti mismo “qué pensará la otra persona que voy a hacer”. Y eso es de lo que se tratan los juegos en mi teoría». Esta perspectiva nos da a entender que cada decisión que tomamos en nuestra vida, consciente o inconsciente, en realidad es una apuesta. Por ende, todos somos apostadores. Principalmente, este libro me ha parecido muy útil para redefinir ciertas creencias erróneas que tenía sobre el mundo de las apuestas. Gracias a este libro aprendí lo siguiente: ✔ Las apuestas malas no existen, tampoco las buenas. ✔ Para ganar se necesita habilidad, pero también suerte (azar). ✔ Ser inteligente puede convertirse en un problema para apostar porque pensar en exceso no es útil. ✔ Nuestros sesgos nos hacen cometer los mismos errores, una y otra vez. ✔ Si nos sentimos emocionalmente inestables, debemos retirarnos y dejar de jugar inmediatamente. ✔ Debemos enfocarnos en practicar y aprender, no en ganar porque los resultados pueden ser engañosos. ✔ No soy mal apostador, ni buen apostador. Solo soy un apostador. ✔ Calcular las probabilidades de un evento con porcentajes nos ayuda a ser conscientes que incluso una situación con el 1% de probabilidad puede volverse realidad. Igualmente, un evento con el 99% de probabilidad puede llegar a no ocurrir jamás. ✔ La introspección es un ejercicio útil para comprender por qué tomamos X o Y decisión. Como leí este libro prácticamente al mismo tiempo que Pensar rápido, pensar despacio de Daniel Kanheman, pude notar cierta similitud entre ambos textos. Ambos hablan sobre el cerebro, la toma de decisiones que se basan en nuestras creencias, etc., pero con la gran diferencia de que este libro es muchísimo más fácil de leer. La autora maneja el tema de forma directa, con sus propias palabras y no llega a atosigarte con la explicación de innumerables estudios científicos. Por tanto, considero que vale la pena darle la oportunidad a este libro si estás interesado (a) en la forma como funciona tu subconsciente. Tal vez no te cambiará la vida, pero puede ayudarte a eliminar creencias negativas sobre tus habilidades o la mala suerte que te rodea. La vida es aleatoria y eso la hace interesante, sorpresiva e intrigante. Es bueno que la vida sea como el póker, y no como el ajedrez; de lo contrario sería aburridísima (y eso que me gusta el ajedrez). Este libro se merece las cinco estrellas, muy bien ganadas. Libro recomendado. ...more |
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1
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Mar 04, 2024
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Mar 21, 2024
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Oct 29, 2024
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Kindle Edition
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8433036785
| 9788433036780
| B00KR86ZZO
| 4.24
| 51
| Jun 03, 2014
| Jun 03, 2014
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Un buen libro sobre emociones. En realidad 3,5. Esta no fue una lectura programada con anticipación. Descubrí el libro y tomé la decisión de leerlo sol Un buen libro sobre emociones. En realidad 3,5. Esta no fue una lectura programada con anticipación. Descubrí el libro y tomé la decisión de leerlo solo porque hace unos días viví un pequeño lapso de muchísima frustración y enojo por no ser capaz de ganar varios partidos consecutivos jugando FIFA. Puede parecer una tontería frustrarse por algo tan nimio como un videojuego, pero son situaciones que pueden ocurrirle a cualquier persona y esa noche me tocó a mí. Tal vez, volver a sufrir las sensaciones de esta desagradable experiencia, fue la clave para que en mi mente surgiera la idea de convertir esta situación incómoda, en una excelente oportunidad para leer una obra relacionada a la forma correcta de manejar las emociones. No leí este libro por sentirme una persona violenta o conflictiva, ya que soy muy tranquilo, pacífico y tengo buen humor, sino para aprender tips que pudieran servirme a manejar mis emociones en momentos estresantes o de muchísima presión, como tomar decisiones importantes, jugar un partido importante en FIFA o actuar con tranquilidad bajo cualquier circunstancia. Tras finalizar el libro confieso que no es el libro que esperaba hallar, pero no estoy insatisfecho con el contenido. Leslie Greenberg, en su libro, nos presenta una propuesta distinta sobre cómo vivir con nuestras emociones. Leslie no recomienda reprimirlas pero tampoco dejarlas desbordar sin control. Lo que Leslie sugiere es que debemos explorar con profundidad los motivos de nuestra emoción porque internamente puede que estemos sintiendo algo diferente de lo que inicialmente creíamos. Las emociones se ocultan unas detrás de otras como capas de cebolla. Si no pelamos esa cebolla correctamente seguiremos rodeados de capas de mentira, engaño y dolor. Solo pelando la cebolla con honestidad llegaremos al centro del problema, sanaremos nuestras heridas y superaremos por fin aquellos demonios internos que nos succionan la energía. Algo que me parece muy positivo del libro es que a pesar de las secciones teóricas, la lectura es amena porque el autor ofrece casos de la vida real como ejemplos para explicar el contenido. Ese detalle genera empatía en el lector, no solo por los sujetos de los ejemplos, sino porque siembra la idea en nuestra mente de que cualquier persona que está a nuestro alrededor puede estar sufriendo de mil maneras, y que por ello debemos ser más amables y comprensivos con los sentimientos del prójimo. A veces nos centramos mucho en nuestro dolor y olvidamos que los demás también sufren; olvidamos que los demás también sonríen externamente mientras internamente sienten que se están muriendo; olvidamos que el sufrimiento es global y no unipersonal. Con este libro comprendemos un poco mejor a lo que se referían nuestros maestros y padres al decirnos: «Ponte en los zapatos del otro». El libro se centra específicamente en enseñar sobre la tristeza, el enfado, el miedo y la vergüenza. El autor no hace énfasis en las demás emociones porque explica que estas cuatro son las causantes de la mayoría de problemas que tienen las personas. Cada explicación viene acompañada de una serie de ejercicios para ayudar al interesado. Recomiendo que, en estas secciones, intenten evocar una situación del pasado sin sanar, donde esa emoción la hayan vivido intensamente. Al centrarse en ella, la lectura será de más utilidad porque tendrán la posibilidad de ir leyendo y explorando en su propia psique, las razones por las que verdaderamente se sintieron de X o Y manera ante una determinada situación. Y obviamente, realizar ese proceso, ayuda un montón a tratar aquellas heridas que parecen imposibles de sanar. Yo lo leí por los videojuegos pero resulté resolviendo más que un problema pendiente que tenía respecto a la vergüenza y el miedo. También hay una sección interesante sobre los conflictos de pareja. Es una de las mejores partes del libro porque nos hace comprender que si en una relación no hay una mutua comprensión de emociones; es decir, si no se expresan de forma correcta, todo termina normalmente en peleas y separaciones. En esta sección también hay ejemplos que vale la pena conocer. No tengo pareja actualmente, pero si en el futuro llegara a tener, podría serme una información útil en cualquier momento. En resumen, una obra fácil de leer que nos ayuda a ser consciente de nuestras emociones y que nos invita a dejar de juzgarnos por sentirnos de X o Y manera. Todos tenemos derecho a sentirnos bien y mal en cualquier momento. Vivimos en una sociedad que pareciera que condenara las emociones «débiles» o «negativas», pero debemos recordar que sin la oscuridad no existiría la luz, y sin la tristeza, el enfado, el miedo o la vergüenza no seríamos capaces de sentir alegría. Necesitamos todas nuestras emociones para sentirnos verdaderamente vivos: Es así de simple. Un libro que nos invita a ser empáticos con el prójimo. Un libro que nos invita a practicar la introspección para seguir conociendo nuestras emociones más internas. Para ser honesto esperaba menos del libro, pero el contenido ha resultado ser interesante para mi gusto personal. ...more |
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1
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Sep 06, 2024
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Sep 12, 2024
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Sep 12, 2024
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Kindle Edition
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1401958230
| 9781401958237
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| 4.08
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| Apr 07, 2020
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Mejor de lo que esperaba. Al igual que muchas de las personas que leerán esta reseña, conocí a Jim Kwik gracias a Youtube. Recuerdo muy bien que hace u Mejor de lo que esperaba. Al igual que muchas de las personas que leerán esta reseña, conocí a Jim Kwik gracias a Youtube. Recuerdo muy bien que hace unos años, entre la infinidad de anuncios que salían en Youtube, el único que sentía que valía la pena ver y repetir era en el que aparecía hablando este señor. Su anuncio de «¿Cómo obtener un súper cerebro?» atrapó mi atención en aquél entonces porque siempre he disfrutado realizar actividades que pongan mi cerebro a prueba como los juegos de memoria, lógica y concentración. Esa es otra de las razones por las que me gusta jugar ajedrez, escribir con ambas manos, resolver sudokus, leer, aprender idiomas, etc. Eso sí, a pesar de mi interés por el contenido del anuncio, nunca busqué información adicional sobre los métodos usados por Jim porque a pesar de que era un anuncio genial, en el fondo solo era eso: Un anuncio. Luego pasaron las semanas y el impacto inicial del anuncio fue disminuyendo drásticamente. Después iniciaría a usar un navegador con Adblocker y la historia de los anuncios, y de Jim Kwik, parecía llegar a su fin. Sin embargo, este año descubrí que eso no era así. Nuevamente el arte de la casualidad —como en otras ocasiones— fue la causante de que descubriera que Jim Kwik tenía un libro sobre sus metodologías para aprender más rápido: Y el libro sí no lo podía ignorar. Entonces lo busqué, lo conseguí y lo leí con mucha motivación. Realmente, ha sido genial descubrir los secretos de Jim Kwik y aprender a usarlos en mi vida diaria. Después de una sección de testimonios bastante larga —lo reconozco—, el libro comienza con la historia personal del autor donde se nos cuenta que Jim, de niño, sufrió una fuerte caída que le afectó su vida para siempre. Desde ese día dejó de ser el mismo y empezó a ser apodado como «el niño del cerebro roto», lo cual influyo no solo en su autoestima, sino también en su rendimiento académico que se volvió deficiente. Después de ese incidente Jim ya no era capaz de leer bien, se le dificultaba mucho aprender, y su vida como estudiante se convirtió en un completo infierno. Pero, afortunadamente sus deseos de superarse fueron más grandes que sus derrotas, por lo que después de tantas batallas, Jim descubrió la metodología perfecta para aprender cualquier tema que se propusiera, y lo mejor, sin olvidarlo. Tan buenos serían sus resultados que irónicamente él, aquel que fue llamado «el niño del cerebro roto», terminaría ayudando a miles de personas de todo el mundo, desde actores de cine hasta políticos o médicos, a recordar infinidad de información que no eran capaz de memorizar por cuenta propia. Es en este punto de la lectura cuando un pensamiento muy importante invade nuestra mente: Si tantas personas de diferentes edades, clases sociales, y problemas de aprendizaje han disfrutado de los beneficios de las metodologías presentadas en este libro, ¿por qué no podría también serme de ayuda a mí? ¿cuál es el misterioso secreto para tener un súper cerebro que aun desconozco? Este pensamiento, alimentado por la curiosidad, nos acompañará durante toda la lectura; y lo mejor, es que al final nuestro esfuerzo se verá recompensado por lo que aprenderemos. La metodología que usa Jim para aprender sin límites básicamente se divide en tres partes: Mentalidad, motivación y proceso. A lo largo del libro se nos explayará sobre cada uno de estos apartados y se nos ofrecerán técnicas para probar inmediatamente su efectividad. Lo increíble es que sus técnicas son tan sencillas pero tan efectivas que nos ayudan a romper nuestras falsas creencias de que no somos capaces de aprender sobre cierto tema, memorizar una lista de palabras o leer más rápido. Los «trucos de Jim» nos ayudan a concientizarnos de que nuestros problemas de aprendizaje se deben única y exclusivamente a las limitaciones que nos repetimos una y otra vez en nuestra mente; esto, porque si intentamos hacer lo que se propone en el libro, mágicamente somos capaces de lograr cualquier objetivo mental que nos propongamos. Yo mismo hago constancia de que esta metodología es efectiva para aprender. Desde el mismísimo instante que empecé a leer esta obra, he usado estas técnicas para aprender palabras y frases en inglés, y de momento, ni siquiera siento que me he esforzado en intentar retener la información. Simplemente, es fantástico. [image] Este libro es recomendado para todo tipo de persona. Es sencillo, pragmático y tiene herramientas que nos servirán para toda la vida. Normalmente catalogamos el aprendizaje como algo difícil, donde sufrimos por aprender lo que debemos recordar, pero después de leer esta obra sentiremos que aprender es un privilegio y una bendición que nos da la oportunidad de seguir descubriendo el mundo como si fuera la primera vez que lo visitáramos, y lo mejor, sin sufrimiento ni límites. Una de mis mejores lecturas en mucho tiempo, y sin lugar a duda, una obra que se convierte en una de mis favoritas. Cinco estrellas sin dudarlo. Me encantó de inicio a fin. ...more |
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1
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Jan 08, 2024
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Feb 05, 2024
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May 07, 2024
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Hardcover
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8495787555
| 9788495787552
| 8495787555
| 4.10
| 4,957
| Jul 01, 2004
| Feb 23, 2004
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Muy buena obra, cumple con su propósito. El cuento de la Buena Suerte... nunca llega a tus manos por casualidad. Amo los deportes, igual e incluso más q Muy buena obra, cumple con su propósito. El cuento de la Buena Suerte... nunca llega a tus manos por casualidad. Amo los deportes, igual e incluso más que los libros. De los libros me enamoré realmente hace algunos años y desde aquel tiempo leo con constancia, pero de los deportes estoy enamorado desde que tengo uso de razón. Viendo deportes he llorado, reído, gritado, y emocionado como un loco frenético: Es una de mis grandes pasiones. Usualmente veo deportes casi todos los días, desde fútbol hasta tenis de mesa, desde ciclismo hasta curling, y lo hago porque me emociona ver el ímpetu y pasión empleados por los deportistas al momento de intentar ganar un juego, una medalla, o un campeonato. Incluso siento que contagio mi pasión por los deportes a las personas que me rodean, razón por la cual todos mis familiares hablan de deporte conmigo y también en los lugares donde he estudiado o trabajado. Creo que soy una mala (buena) influencia. Hace un año, aproximadamente, meses antes de que iniciara el mundial de Qatar, mi hermano se le ocurrió la idea de crear una cuenta en una casa de apuestas deportivas. No mencionaré el nombre de dicho casino porque no es necesario. El monto de la inversión tampoco es importante indicarlo pero solo diré que fue un valor pequeño, justo para hacer unas cuantas apuestas. La idea de mi hermano es que ambos hiciéramos pronósticos deportivos y jugáramos un poco; esto, con el objetivo de practicar antes de que comenzara al mundial en diciembre, ya que normalmente cuando se desarrolla el mundial de fútbol, de una u otra manera resultamos jugando «pollas mundialistas» con amigos para divertirnos y vivir dicho evento de otra manera. Pues bien, la experiencia fue agridulce. Fue genial jugar a ser Dios al realizar pronósticos deportivos, pero también fue súper agobiante y estresante esperar a que cierto equipo marcara un gol, o que se acabara un partido, o que expulsarán a algún jugador, etc. Antes de apostar nunca me había sentido tenso siguiendo un evento deportivo por lo que fue una sensación nueva e incómoda la que estaba viviendo. Pero además había otro aspecto que hacia la experiencia mucho más agridulce. Como en todo juego, a veces se gana y a veces se pierde, pero en el caso de las apuestas deportivas son más las veces que se pierde, que las que se gana. Desafortunadamente, perder tantas veces seguidas, puede llegar a afectar nuestra confianza llenando nuestra mente de pensamientos negativos y destructivos. Siendo uno de los más frecuentes el clásico «Tengo mala suerte». Esa es la razón por la que leí tanto este libro, como Nadie nace con suerte de Richard Wiseman, y Piensa, intuye y acertarás de Isabel García Mendez. Leí cada uno de estos libros buscando respuestas, soluciones y estrategias para ganar porque sí, de una u otra manera, y después de tantas derrotas, uno empieza a obsesionarse con ganar y buscar la fórmula mágica del éxito. Naturalmente en este espacio solo escribiré sobre este libro. Sin embargo, quiero mencionar que cada uno de los libros mencionados en el párrafo anterior me han ayudado muchísimo para aprender, no trucos sobre las apuestas deportivas como esperaba, sino sobre el mundo de las probabilidades y la toma de decisiones. Ya explicaré en cada reseña lo que he aprendido con más detalle. Sobre este libro debo contar que es una bonita historia que me recordó a El caballero de la armadura oxidada. El libro comienza con el reencuentro de dos amigos de la infancia que ahora tienen vidas muy diferentes. Mientras Víctor es un hombre que ha tenido suerte y es feliz, su amigo, David, es un hombre desdichado que declara que todo le ha salido mal en su vida. Víctor al escuchar a su amigo quiere ayudarlo, y para hacerlo empieza a contarle un cuento sobre el mago Merlín. Un cuento que narra la importante misión que tendrán que realizar ciertos caballeros del reino. Se me asemejó a El caballero de la armadura oxidada porque la historia de Merlín es fácil de predecir, tiene un estilo similar en cuanto a la prosa, y también se lee de un tirón. El objetivo de la historia es enseñarnos que la buena suerte no llega sola. Si queremos tener suerte debemos seguir diez reglas, que según el autor, atraerán irremediablemente la fortuna a nuestra vida. Dichas reglas las aprenderemos capítulo a capítulo, pero también hallaremos un resumen al final de la obra. Y como lo que quiere el autor es que sea muy fácil de entender el mensaje, entonces decide emplear el uso de dos personajes: uno que sigue dichos preceptos, y otro que no, mostrándonos con claridad la diferencia de resultados. El mensaje es fácil de entender y muy valioso por cierto. Podría colocar dichas reglas en esta reseña en forma de listado, pero considero que conocer el contenido de dichas reglas es nuestra recompensa por leer el libro. Puede que quizás está obra pueda calificarse como simple, pero en lo personal es un libro que me ha gustado y me siento satisfecho con el contenido. La historia del reino de Merlín me ha entretenido; el mensaje principal me agrada porque nos invita a buscar nuestra propia suerte; el vocabulario, sencillo; la cantidad de páginas, suficiente. La verdad, lo recomiendo. ¿Y que aprendí de este libro para mi rol de apostador? Aprendí que si quiero apostar en un evento deportivo debo estudiarlo a fondo, conocer muy bien sobre el deporte en cuestión, y especializarme en un tipo de mercado; pero especialmente, que si quiero tener buena suerte, debo crear circunstancias que me generen la posibilidad de recibir un dividendo. Aprendí que apostar usando el azar es un error. Aprendí que día tras día, hay sinfín de buenas oportunidades para apostar, pero que para aprovecharlas debo tener mayor observación, experiencia, y neutralidad: Sin emocionarme demasiado, sin ser avaricioso. A pesar de que apostar puede convertirse en una adicción y puede ser peligroso, si sabemos controlar nuestras emociones también puede convertirse en una muy buena herramienta para aprender a confiar en nuestras decisiones, pero especialmente para aprender a perder. Porque sí, aprender a perder es doloroso, pero necesario para crecer como seres humanos. Si no perdemos, no ganamos. Si no perdemos, no aprendemos. Así de simple. En resumen, una obra sencilla y corta que explica sin mucho rodeo sobre el tema de la suerte. Su decálogo al final de la obra me parece muy destacable, y el mensaje principal es fácilmente transmitido con éxito. Siento que la calificación de cuatro estrellas es justa para esta historia que cumple su propósito. Libro recomendado. ...more |
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1
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Aug 11, 2022
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Aug 11, 2022
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Aug 22, 2023
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Paperback
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6073122861
| 9786073122863
| 6073122861
| 4.18
| 526,974
| Oct 25, 2011
| 2014
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Un libro que te ayuda a pensar mejor. Si somos tan inteligentes y tenemos tanta experiencia, ¿por qué tomamos tan malas decisiones? ¿A qué se debe que Un libro que te ayuda a pensar mejor. Si somos tan inteligentes y tenemos tanta experiencia, ¿por qué tomamos tan malas decisiones? ¿A qué se debe que repetidamente transitemos por un camino erróneo y sin salida? ¿En qué estamos fallando? Este libro es una joya maestra para entender el verdadero funcionamiento de nuestro cerebro. Es largo, tedioso —no siempre—, e incluso repetitivo en muchos tramos, pero este libro es posiblemente la mejor opción, para comprender en profundidad, lo que necesitamos aprender sobre la herramienta más poderosa que poseemos. Es un libro que puede cambiar nuestra forma de tomar decisiones para siempre. Se viene una reseña súper extensa en la que espero explicar las razones por las que leí esta obra y lo que aprendí, pero no será nada fácil hacerlo porque este, no es un libro normal. Este libro es el resultado de muchos años de trabajo, experimentación y fracasos de un Premio Nobel de Economía que dedicó su vida a ello. Es un trabajo digno de respeto. Reseña completa más adelante. ...more |
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1
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Feb 24, 2024
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May 21, 2024
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Jul 30, 2023
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Paperback
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B0DLT7XZCH
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| Jan 01, 1991
| 2004
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Indiferencia, eso he sentido. Me siento extraño después de leer este libro. No es que la prosa sea difícil o que la información haya estado mal present Indiferencia, eso he sentido. Me siento extraño después de leer este libro. No es que la prosa sea difícil o que la información haya estado mal presentada. Tampoco es que sea un mal libro o que haya incoherencias en lo que el autor explica. No, nada de eso. Lo que me ha ocurrido en esta ocasión es que he sentido una total indiferencia hacia el contenido del libro. Antes de empezar tenía curiosidad por lo que encontraría pero desde el momento en que comencé a leer perdí de sopetón todo el interés. A pesar de sentirme anonadado continué. Pero lo único que sentí mientras avanzaba, fue pereza, sueño y un anhelo de querer finalizarlo lo más rápido posible, como si en el fondo jamás hubiera querido leerlo. No logré conectarme con el argumento, me aburrí tremendamente, y lo más curioso es que no sé ni por qué seguí leyéndolo hasta el final. Definitivamente hay experiencias extrañísimas que uno tiene que vivir como lector. No obstante, y a pesar de mi apatía, intentaré explicar un poco sobre el contenido del libro para quien pueda interesarle. El libro está compuesto de dieciocho capítulos, todos cortos, los cuales explican sobre la disciplina. El autor ha elegido dividir el tema en cuatro partes para que sea más fácil para el lector acceder al contenido. Dos partes (segunda y tercera) exponen los miedos y negatividades que las personas usamos y que nos impiden ser más disciplinados. Las otras dos partes (primera y cuarta) tratan sobre la autodisciplina, formas de llevarla a cabo, etc. Es una obra que se lee súper rápido y podríamos acabarla en menos de una hora; sin embargo, en mi opinión, por la estructura del libro, pienso que el autor no quiere que lo leamos así, sino que en cambio, solo leamos un capítulo al día, esto para que dediquemos tiempo a reflexionar en profundidad sobre lo expuesto con preguntas como: ¿Acaso no tengo autodisciplina porque en el fondo estoy huyéndole al éxito? ¿Estoy siendo fatalista creyendo que va a ocurrir lo peor? O quizás el libro lo creó con esta estructura pensando en aquellas personas que no tienen el hábito de leer, ya que al ser un libro de autoayuda, está naturalmente orientado hacia todo tipo de público y eso incluye a los «no-lectores». El estilo de su prosa me pareció una imitación barata del estilo empleado por Dale Carnegie en sus libros. Desde el inicio lo sentí y hasta el final lo seguí sintiendo. Quizás esto se debe a que al igual que Carnegie, el autor es un conferencista, y lógicamente intenta plasmar sus consejos y enseñanzas de la misma forma como lo haría en uno de esos eventos. Solo que, personalmente, no sentí en sus palabras esa fuerza y energía necesaria en los libros de autoayuda para motivar a alguien a superarse a sí mismo. Puede que existan lectores que sí se sientan motivados con este libro, pero a mí no me cautivó ni un solo capítulo. No sé, percibí como si el autor me tratara como a un niño pequeño explicándome el tema principal como si creyera que yo no tengo la capacidad mental para comprenderlo. Cómo si el tema fuera muy difícil. Cómo si me estuvieran explicando sobre física o trigonometría. La información tampoco me ha parecido relevante. Cada persona puede encontrar la misma información en una pequeña búsqueda de Google, en un video de Youtube, en un podcast, o demás. No siento que haya merecido la pena gastar el tiempo que empleé para darle la oportunidad a este libro. Obviamente no era el libro que esperaba, y mucho menos la información que andaba buscando. Quizás esperaba algo más profundo, puntos de vista interesantes que me ayudaran a reflexionar, o por lo menos una metodología innovadora sobre cómo abordar el tema de la autodisciplina. Pero no, solo he encontrado repeticiones sin alma que no me aportan absolutamente nada a mi vida. Pero a pesar de todo no quiero ser cruel ni con el autor, ni con su obra. Quiero respetar su trabajo realizado, su experiencia y por supuesto su trayectoria en el área. Puede que su prosa me aburra y me produzca desinterés, pero si hay personas que declaran que este contenido les ayudó significa que el libro ha cumplido con su propósito. Quizás este libro no es para mí, quizás el autor y yo simplemente no congeniamos... quizás... quizás. En resumen, una obra que fingiré no haber conocido, y de la cual incluso me da pereza escribir. Creo que simplemente buscaré otras alternativas para aprender sobre la autodisciplina, tal vez por ejemplo haciendo una búsqueda en Google. Libro no recomendado. ...more |
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Jul 05, 2022
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Jul 13, 2022
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Jul 11, 2023
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Paperback
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8408138588
| 9788408138587
| B00T5B5NES
| 3.79
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| Feb 24, 2015
| Feb 24, 2015
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Un libro bonito. Que tu hogar tenga paz.Un libro bonito. Que tu hogar tenga paz. En realidad 3,5. Aún no soy padre, pero sí soy tío; tío de una agradable niña que poco a poco se va convirtiendo en una mujer. Desde que nació he disfrutado mucho su compañía. No solo hemos compartido con juegos, películas y libros, sino también hemos tenido largas conversaciones que nos han ofrecido importantes aprendizajes para los dos. De ella he aprendido sobre música clásica, piano, idiomas, videojuegos, física, etc., y ella de mi ha aprendido sobre cómo estudiar mejor, inteligencia emocional, libros, creatividad y demás. Somos diferentes, pero nos complementamos. Es por ella que decidí leer este libro. Desde hace algunos meses he sentido que está sufriendo transformaciones, normales por su adolescencia, pero que la han hecho comportarse con más ansiedad, irritabilidad y agresividad al hablar sobre lo que no le gusta, así como también una baja autoestima que demostraba con vocabulario despectivo hacia ella misma. Naturalmente me preocupe, pero después de pensar en la situación me pareció una buena idea sugerirle que investigara sobre la meditación, solo que si se lo decía directamente estaba seguro que iba a descartar la idea. Así que busqué un libro sobre el tema, encontré este, lo descargué, lo leí, y luego se lo promocioné disimuladamente por si le llamaba la atención. Ella leyó algunas páginas, le gustaron las ilustraciones, pero sobre el contenido opinó que le parecía ridículo y no lo volvió a leer... ¡Quizás aún no está preparada para meditar, o quizás simplemente meditar no es para ella! Aunque a mi sobrina no le interesó el contenido del libro debo confesar que a mí sí me ha gustado. Sí, quizás me ha parecido interesante porque yo sí practico la meditación y me parece muy útil por ejemplo para relajarme, disminuir la negatividad o aceptarme a mí mismo, pero a pesar de ello no siento que mi gusto hacia esta práctica haya alterado mi opinión neutral sobre este texto. En Mindfulness para niños, he hallado un libro inspirador con unas bellas ilustraciones y con una prosa muy bonita que, sí lees de forma lenta y reflexiva, te hace sentir un poco de paz y sanación en tu interior. Mientras leí esta obra sentí como si todas las negatividades y problemas que me rodean se apagaran de repente, y entonces cada palabra que leía, cada frase, cada mensaje bonito que la autora ofrecía calaba en el fondo de mi ser produciéndome una sensación de amor. De amor hacia mi vida, mi familia, mi mundo, mi cuerpo, mi ser... en verdad me sentí muy bien. Creí que era un libro exclusivamente enfocado hacia los más pequeños, pero la verdad es que cualquier persona que quiera aprender y practicar un poco sobre la meditación podría leer esta obra y conocer un poco sobre el tema. Eso sí, y para tener en cuenta, no encontraremos en esta obra contenidos extensos ni complejos. No, lo que aquí hallaremos será una obra con frases cortas e historias sencillas, sin tecnicismos ni vocabulario difícil de entender. Lo que más me ha gustado son las secciones de ejercicios donde la autora propone diferentes formas en las que podemos meditar. A veces creemos que meditar es muy difícil, o que necesitamos obligatoriamente ciertas condiciones para realizar esta práctica, pero la verdad es que es más sencillo de lo que parece. Podemos meditar cuando caminamos, al ver fotos familiares, en un descanso, incluso hacernos cosquillas es un tipo de meditación. Esta sección me ha gustado por la diversidad de opciones que nunca se me habían ocurrido, pero que quizás en algún momento determinado podría practicar para reencontrarme conmigo mismo y hallar bienestar. No obstante, y a pesar de que el libro me ha gustado mucho, quiero expresar, como comentario personal, que no me parece la meditación una actividad sana para realizar en exceso. La meditación tiene multitud de beneficios como ayudarnos a encontrar la calma y aumentar nuestra autoestima, pero hay ocasiones en las que meditar te vuelve tan sensible que cualquier situación de estrés o incomodidad te hace sentir peor que antes. Asimismo, meditar te hace sentir tranquilo como si estuvieras en un estado de adormecimiento, pero permanecer en ese estado mucho tiempo no es nada bueno porque también necesitamos de la adrenalina, ansiedad y agresividad para luchar y enfrentarnos con ímpetu y valor cuando encontramos una dificultad o queremos lograr una meta. Además, si usas la meditación para huir de tus demonios internos, y nunca te atreves a enfrentarlos, la meditación puede convertirse en un arma de doble filo muy peligrosa. Es bueno practicarla de vez en cuando, pero no todos los días como recomiendan algunas personas: Todo en exceso es malo, recuérdenlo siempre. En resumen, una obra que busqué con el objetivo de ayudar a mi sobrina en sus momentos de inestabilidad, pero la cual termino convirtiéndose en una buena compañía para mí. Mindfulness para niños es una obra interesante para conocer sobre la meditación, para relajarnos y para quizás cambiar un poco nuestras rutinas de lectura. Eso sí, a pesar de que me ha gustado, le colocaré 3,5 de calificación. Siento que he leído obras increíbles que merecen una puntuación mucho más alta que este libro: solo esa es la razón, de lo contrario subiría un poco mi puntuación. ...more |
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Sep 07, 2022
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6077476722
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| Oct 16, 2018
| Apr 12, 2019
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Una verdadera joya. La procrastinación es uno de mis peores defectos. Llevo años luchando en su contra y sigo sin poder vencerla. Me frustra que seUna verdadera joya. La procrastinación es uno de mis peores defectos. Llevo años luchando en su contra y sigo sin poder vencerla. Me frustra que se entrometa en mi vida. Me fastidia. Sin embargo, no me voy a rendir. Pase lo que pase seguiré luchando contra este enemigo invisible hasta que lo venza o hasta que me muera. Espero que suceda lo primero y no lo segundo... La razón por la que leí este libro hace dos años fue porque estaba cansado de sentirme improductivo. Tal vez la falta de motivación, cansancio, estrés o la auto exigencia me estaban consumiendo en aquel entonces. O tal vez eran todas las anteriores que me atacaban por turnos para desesperarme y confundirme cada día más. Curiosidad, expectativa y desesperación fueron mis acompañantes en esta lectura en la que anhelaba encontrar las soluciones definitivas para mis problemas. ¿Encontré lo que buscaba? Sí, pero no. Me explico. El contenido es excelente. A día de hoy no he encontrado un libro mejor que Hábitos atómicos que explique cómo crear hábitos desde cero. El libro contiene imágenes, tablas, historias de la vida real que nos inspiran, y un sinfín de información valiosa y fácil de usar que nos ayudan a creer que de verdad podemos tomar el control de nuestra vida. Además, el autor también nos enseña a destruir los hábitos que catalogamos como innecesarios, lo que resulta ser una información muy valiosa para cualquier lector. Si tenemos la creencia de que cambiar es imposible, este libro erradicará esa idea de nuestra mente para siempre porque comprenderemos que un hábito se puede crear o destruir de forma sencilla en cualquier momento. Sobre el contenido del libro no puedo quejarme para nada. El problema, es que no fue una buena decisión, leer en ese momento de mi vida, esta obra creada por James Clear. Todos tenemos un camino por transitar muy diferente. Tal vez nos encontremos con otras personas en alguna intersección o una vereda, pero eso solo es temporal. El comienzo y el final del camino es completamente diferente para cada persona. En el momento en que leí este libro yo no necesitaba aprender sobre hábitos; lo que necesitaba era trabajar en mi mentalidad. No lo sabía en ese entonces, pero en mi interior se estaba formando, granito a granito, una crisis de ansiedad grandísima que después me fue imposible ignorar. En vez de valorar y agradecer la información que el autor nos suministra en su obra, lo que resulté haciendo fue criticándome muy fuerte a mí mismo por no ser capaz de instaurar hábitos en mi vida después de finalizar esta lectura. No seguí los consejos de este libro, me apresuré demasiado, e intenté realizar todo tipo de modificaciones en mi vida en muy poco tiempo. El resultado fue catastrófico: aumentaron mis malos hábitos y los buenos desaparecieron por completo. En ese momento responsabilicé internamente a este libro como el causante de mis desgracias, pero obviamente el libro no tenía la culpa; el culpable fui yo por tomar malas decisiones y usar de forma errónea la información de esta obra. Pasaron las semanas, continué intentando instaurar hábitos siguiendo los consejos de James, pero nunca lo logré completamente. A día de hoy, sigo sin poder usar dicha información de forma correcta. No obstante, después de un año o más tiempo, descubrí por medio de la meditación, que es bueno cultivar buenos hábitos pero también puede convertirse en una obsesión. Al principio todo parece genial. Quieres un nuevo hábito. Creas el plan perfecto. Utilizas la fórmula de James para la creación de hábitos (Señal-Anhelo-Respuesta-Recompensa) y empiezas con motivación a seguir tu plan. Pero luego quieres más, por lo que usando los consejos del autor empiezas a enlazar tus hábitos existentes con los nuevos para aprovechar el tiempo. Y luego más, cada vez más. Adicional a ello, empiezas inconscientemente a estar más pendiente de todos tus hábitos en general, buscando más hábitos negativos y pensando en cómo puedes seguir aprovechando tu tiempo. Pero claro, todo tiene un límite y los excesos siempre son el problema. Sí, es genial crear hábitos beneficiosos que nos ayuden a ser más productivos, pero es una metodología que promueve la rigidez de la rutina. Mantenernos en un ciclo interminable de hábitos productivos nos desgasta por completo porque nos roba la oportunidad de descansar, hacer pausas y reducir la velocidad de nuestro obsesivo ritmo de vida. Aunque valoro muchísimo los consejos del libro siento que planear en exceso es enfermizo. Nuestra vida necesita del factor sorpresa y de la incertidumbre para que sigamos evolucionando. Si todo lo planeamos permaneceremos voluntariamente en nuestra zona de confort, y eso es un error. Debemos salir de nuestra zona de confort para descubrir de qué somos capaces realmente. Además, nuestro cerebro también necesita silencio y desconexión porque no somos máquinas. Seguir ese ritmo de vida tan organizado estará bien por un tiempo, pero mantenerlo por años puede llegar a ser agobiante. Sí, es verdad, siguiendo las instrucciones al pie de la letra formaremos un hábito obvio, anhelante, sencillo y gratificante de realizar; pero, normalmente, cuando realizamos lo mismo durante mucho tiempo deja de ser anhelante y gratificante hacerlo porque nos aburrimos de lo rutinario por su falta de novedad. Nuestro cerebro está diseñado para disfrutar de lo nuevo: así es nuestra naturaleza. Tal vez, la forma correcta de usar la información de este libro, es utilizar las estrategias de James para crear hábitos a largo plazo de forma muy, pero muy lenta. Digamos, uno o dos hábitos máximo en un periodo de seis meses. En muchos sitios recomiendan hacer una actividad por 21 días consecutivamente para que se convierta en un hábito, pero yo pienso que eso es un mito. Considero que esa afirmación es utilizada solo para que las personas crean que en poco tiempo van a conseguir los resultados que desean. Pero eso es falso. Porque si eso fuera verdad, ¿por qué después de llevar varios meses en el gimnasio dejas de ir de un día para otro sin razón alguna? ¿por qué no estudiamos cuando salimos de vacaciones? ¿por qué dejamos de consumir comida saludable después de llevar una dieta estricta causada por una cirugía? Incluso hay hábitos que hemos realizado por años, y de repente dejamos de hacer como visitar a un familiar que vive lejos, jugar un videojuego clásico que nos encanta, ver un canal de televisión, escuchar una canción... Es por ello que considero que los consejos de este libro podrían funcionar sí, y solo sí, a largo plazo; aunque podríamos volverlos a perder en cualquier momento: Es muy importante tenerlo en cuenta. Tal vez, el contenido del libro pueda servirnos más para destruir malos hábitos y no para construirlos. Si tienes un vicio o una adicción que te está consumiendo, este libro puede ayudarte a que ese comportamiento se vuelva invisible, poco atractivo, difícil de realizar y muy insatisfactorio para ti. Sin embargo, aunque este libro puede ayudarte a liberarte momentáneamente de tus problemas, no te los solucionará. ¿Por qué? Porque siguiendo los pasos de James tus adicciones se volverán invisibles, pero seguirán existiendo, por lo que seguir estos pasos son solo una parte de la solución. Si tus adicciones vuelven a ser visibles, atractivas, fáciles de realizar o satisfactorias puedes volver a recaer en cualquier momento. El contenido sobre la eliminación de hábitos puede compararse con un calmante que te quita el dolor parcialmente, pero no te sana la enfermedad. Si quieres erradicar completamente tus adicciones deberás realizar un trabajo adicional. Ya sea visitando a un psicólogo confiable, dedicando tiempo a buscar tú mismo, en tu interior, las verdaderas razones de tu adicción, hablando con algún familiar o amigo, etc. Repito, este libro es buenísimo para destruir hábitos destructivos, pero no es la solución completa del problema. También ténganlo muy en cuenta. La calificación de cinco estrellas que he decidido otorgarle a este libro es debido a la calidad del contenido de la obra. He decidido apartar mi experiencia personal y los malos usos que el lector pueda darle a su vida con esta información. El objetivo de Hábitos Atómicos es ayudar al lector a crear y destruir hábitos, y ese exactamente es el contenido que se encuentra en estas páginas. El autor tiene gran dicción, emplea ejemplos y herramientas fáciles de entender para que sus ideas sean bien comprendidas, su lenguaje y forma de tratar al lector es más como un amigo y no como una enciclopedia, su intención es muy buena, la información te motiva a practicar lo aprendido, realmente la calidad de la obra es muy buena. ¿Lo volvería a leer? Es posible. El libro tiene consejos muy interesantes, técnicas y ejemplos fáciles de llevar a cabo, y teniendo en cuenta que lo leí en un momento inadecuado, puede que una segunda lectura me ayude a ver el libro con una perspectiva diferente. Si aprendí tanto sobre los hábitos cuando no debía, ¿cuánto aprenderé en otra circunstancia? ¿Por qué no darle otra oportunidad? Vale la pena volver a intentarlo. Tal vez mi experiencia con este libro tenga segunda parte, quién sabe. Libro recomendado. ...more |
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Jun 09, 2022
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Jun 28, 2022
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| Mar 01, 2013
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¡Pobre autora, el dolor que debió causarle la creación de esta obra tuvo que ser impresionante! A pesar de que he nacido con el don innato de ofender, ¡Pobre autora, el dolor que debió causarle la creación de esta obra tuvo que ser impresionante! A pesar de que he nacido con el don innato de ofender, uno de los valores que más he usado en mi vida es el respeto. Quizás lo aprendí forzosamente a usarlo en mis primeros años de vida para evitar problemas, peleas y disgustos, pero después lo empecé a emplear conscientemente porque entendí que era la forma más práctica de ganarme el aprecio de las personas que me rodeaban. Afortunadamente, con mis 29 años de vida puedo asegurar que nunca he tenido enemigos, y que incluso —sin pedirlo— siempre hay personas que me defienden y protegen en situaciones difíciles. Más adelante, comencé a combinar el respeto con la honestidad. Esto me ayudó a obtener una libertad en la que puedo hacer literalmente «lo que se me da la gana» pero sin llegar a afectar a nadie con mis decisiones. Dos valores muy importantes que requiere urgentemente nuestra sociedad, y que para esta ocasión he tenido que emplear para realizar esta reseña. Siempre que inicio un libro empiezo a analizar la prosa, los personajes, la ambientación, y todo lo demás. Sin embargo, aunque aquí hice lo mismo, esta vez tuve que recurrir a no usar mi vocecita exigente e inflexible para tratar este libro. Sería un irrespeto si lo hiciera, teniendo en cuenta que este libro es una dedicación por parte de la autora, a uno de los seres más queridos de su vida: su hijo fallecido. Primero que nada quiero destacar esa valentía tan impresionante que tuvo esta mujer para escribir este libro. ¡Debió ser súper difícil hacerlo! Entiendo que es una conmemoración, pero se deben tener agallas para transmitir tanta información tan privada de esta difícil vivencia. Narrar la historia de su hijo fallecido, Daniel, sus problemas, sus sueños, sus frustraciones, sus momentos de pánico, su infancia, todo esto debió doler mucho al momento de escribir, y por ello comprendo perfectamente el estilo con el que decidió hacer su obra. Un estilo que es sencillo y fácil de seguir: Pequeños fragmentos. Estos pequeños fragmentos al principio me hicieron pensar que posiblemente la autora había tenido problemas para realizar la transición de las diferentes escenas, por lo que consideré que era la forma más pragmática de solucionar este contratiempo; pero después de ir avanzando, comprendí que cada fragmento pudo haber sido escrito en un día distinto. Quizás ella escribía una pequeña parte, le dolía bastante recordar, se detenía, y en otro momento volvía a hacerlo. Ante la masoquista y cruel, pero también bellísima, decisión de escribir un libro sobre su hijo fallecido, creo que hacerlo como lo hizo Piedad es una decisión más que correcta. Además, este tipo de narración invita a que el lector lea una pequeña parte más, solo una página, luego dos, y así sucesivamente hasta el final de la obra. No es una prosa perfecta, pero posee algo especial: Varía imperceptiblemente según lo que se está narrando. Hay momentos donde la narración parece un libro de investigación, luego se asemeja a un poema, a veces se sienten las palabras vacías, también reprimidas, con dolor, informativas, etc. Dependiendo del suceso el estilo cambia. La primera parte no me conmovió, debo reconocerlo, creí que todo se trataba de una historia más sobre un suicidio, pero después comencé a sentir mucho dolor en las palabras de la autora, y allí sentí como si me transformara en una clase de amigo íntimo que estuviera dispuesto a consolar a aquel ser, triste y afligido. Es una historia tan personal que fue inevitable no sentir esa cercanía. Sentí la necesidad de escuchar las preocupaciones de los demás, de interesarme por sus dificultades, de ayudarlos, de apoyarlos, etc. Es un libro que me hace ratificar la importancia de la salud mental en todos nosotros. Día a día nos enfrentamos a un frenético mundo atiborrado de proyectos, problemas, clientes, trabajos, etc., pero realmente nadie se preocupa por nuestra salud mental. Solo se preocupan en caso de que nuestra productividad sea baja, pero de lo contrario, podemos estar muriéndonos por dentro y nadie tendrá compasión de nosotros. Es un estilo de vida cruel, y despiadado, que poco a poco va destruyéndonos por dentro, y que solo nos ofrece dos opciones: O nos aguantamos ese tipo de «esclavitud», o nos exponemos a un futuro incierto y desolador. Todos tenemos un límite, y por precaución, debemos estar muy pendientes de ello: Cuando estallamos nunca sabemos el tipo de decisiones que podremos resultar tomando. Todos estamos expuestos a la infelicidad, al dolor, al fracaso, a la impotencia, a la frustración, y a la posibilidad de un suicidio. Nuestra salud mental debe ser siempre una prioridad, es mucho más importante que tener mil diplomas, decenas de títulos universitarios, o un buen currículo. Nuestra vida vale cien veces más que todo esto. Obviamente, es una excelente obra para destruir los prejuicios que tenemos en torno al suicidio. Todos los suicidas los «calificamos» como cobardes, pero tal y como expresa la autora, debemos buscar comprender la razón del suicidio. Es fácil juzgar, es fácil criticar, pero debemos tener muy presente que si tuviéramos la misma vida, pasado, y mentalidad, posiblemente tomaríamos una decisión similar que la de aquellas personas. Yo nunca estaré de acuerdo con el suicidio, jamás de los jamases, pero si la persona tomó su decisión y ya partió de este mundo, ¿para qué seguir recalcando todos los errores que cometió aquella persona? Es mejor comprender su vida, sus decisiones, y entender cuáles fueron sus motivos para tomar ese fatídico camino. Los suicidios se deben tomar como enseñanzas para no repetir, pero para hacerlo debemos dejar esa agresividad de criticar todo impulsivamente, sin compasión, ni respeto. Aquí, Piedad, comenta las razones que ella cree que llevaron a su hijo a ese camino sin salida, debemos respetar su trabajo, debemos respetar el duelo ajeno. Lo más triste, en mi opinión, es ser testigos del cambio que va sufriendo Daniel con el paso de los años. Es muy triste porque me hace recordar que cuando somos niños tenemos una dosis inagotable de energía, y soñamos, y reímos, jugamos, somos dulces, inocentes, tiernos y demás: En resumen, somos encantadores —en cierta medida—. Sin embargo, van pasando los años, y entre más crecemos, más vamos contaminándonos de esta sociedad enfermiza, más vamos perdiendo la esencia de nuestra naturaleza. La belleza de un sentimiento noble, la importancia de saber escuchar, la magia de sonreír desde nuestro corazón, todo, todo esto lo vamos perdiendo y me duele bastante aceptar que esa sea la realidad. Ese cambio de Daniel, su decepción, preocupaciones e incertidumbre por el mañana, puede hacernos identificar a todos nosotros. Muchas actividades las hacemos por obligación, o por alinear con la moda de la sociedad, pero nada de eso nos hace felices. Estamos tan alejados de nuestro yo, de nuestras pasiones, y de nuestros sueños, que ya no sabemos ni qué hacer para sentirnos bien. Un final completamente conmovedor, me hizo pensar seriamente en lo que tendré que vivir cuando se mueran mis familiares, o lo que ellos tendrán que soportar si yo me voy primero de sus vidas. También me hizo pensar en lo efímera que es nuestra existencia, y en la preocupación excesiva que le damos a nuestros problemas. Vivimos rodeados de cientos de problemas, siempre los tendremos, pero si supiéramos que nos queda poco tiempo de vida, o incluso que este fuese el último día de nuestras vidas, posiblemente dejaríamos de obsesionarnos y procuraríamos disfrutar de nuestros últimos instantes como lo debimos hacer toda la vida. Como bien dice el refrán: Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde. ¿Nosotros sabemos lo que tenemos? ¿Sabemos lo que perderemos y nadie nos devolverá jamás? En resumen, un libro que debería ser más leído por el argumento tan importante que expone. Es triste, pero muy necesario de ojear porque nos enseña sobre el suicidio, y aunque absolutamente nadie quiere vivir algo así, ni tampoco que alguien cercano como un familiar o amigo cometa este tipo de actos, la verdad es una obra que vale la pena leer para ser conscientes del valor que tiene nuestra vida. Es una obra que vale la pena leer para ser conscientes que aunque poseamos problemas, otras personas pueden estar viviendo situaciones más difíciles. Es una obra que vale la pena leer porque nos hacer ser conscientes que incluso en nuestros momentos más depresivos, podríamos serle de valor a los demás. Libro triste, reitero, pero muy, muy recomendado. ...more |
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Apr 20, 2022
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Apr 26, 2022
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Mar 23, 2022
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B07QRGXSJ4
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| Apr 11, 2019
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La pornografía te destruye. Tú no necesitas estar masturbándote frente a una pantalla, no necesitas llenar tu mente de morbo, no necesitas consumir es
La pornografía te destruye. Tú no necesitas estar masturbándote frente a una pantalla, no necesitas llenar tu mente de morbo, no necesitas consumir esta porquería. No destruyas tu vida. La honestidad es una regla de oro en mi vida. Después de los conflictos emocionales que sentí en mi adolescencia por ocultar mis deseos, he procurado ser honesto la mayor cantidad de tiempo porque las mentiras me llevaron por el indeseado camino de la depresión: No quiero regresar a ese estado jamás. En esa búsqueda de mi verdadero «yo» hace varios años, descubrí que poseo un espíritu libre y rebelde que necesita expresarse, atreverse, y desnudarse —incluso literalmente—. Esa es mi verdadera esencia, necesito seguir ese camino incluso si lo que tenga que decir pueda dejarme en ridículo, ser tachado por pensar de X o Y forma, etc. Es por ello que esta reseña puede ser una de las más importantes que haya realizado hasta el momento, ya que me obliga a ser valiente y contar una oscura verdad, a pesar de que me genera muchos conflictos emocionales en mi interior. Reconocer que soy adicto a la pornografía no es nada fácil de declarar. Cuando se da a conocer que tenemos una adicción, la que sea, oportunidades de trabajo, amigos y familiares parecen rechazarnos automáticamente con su gran barrera de escudos invisibles que imposibilitan nuestro acercamiento. No propongo que sean hipócritas y finjan que no les importa, pero si sería mejor si existiera un poco más de tolerancia por los defectos y adicciones que puedan presentar las demás personas. A todos nos puede pasar, nadie quiere ser un adicto, pero poco a poco nos volvemos en uno sin siquiera darnos cuenta. El problema con el porno es que crecemos con la idea de que mirarlo está bien. Todos lo hacen, se masturban, conocen los nombres de las actrices y de los actores, en Twitter lo publican sin censura, etc. Vivimos en una época donde se buscan romper todos los tabús sexuales, eso es genial, pero la industria del porno se aprovecha de ello usando nuestra necesidad sexual como un negocio. De la misma forma como muchos padres —incorrectamente— compran celulares a sus hijos pequeños para tenerlos entretenidos y que no molesten, la industria del porno publica obscenidades por todas partes para mantenernos excitados en todo momento, para que anhelemos tener sexo con mucha más frecuencia, pero principalmente para que sigamos consumiendo cada vez más, mucho más porno. «¿Tu vida es un asco? ¿Te sientes deprimido? ¿Te sientes solo? A nosotros no nos importa, solo mira pornografía, drógate, y vuélvenos millonarios. Tú no sirves para nada así que sigue mirando videos, aquí hay unos cuantos más con tus preferencias. ¿Ya terminaste? No te preocupes, recupera tu energía y aquí te esperaremos siempre.» Esa es la verdadera forma como actúa esta industria. Con este libro he aprendido que durante muchos años he sido manipulado, y que tantos orgasmos, noches de adrenalina, y fantasías extrañas, no eran sino trampas en las que estaba cayendo repetidamente y que no me permitían salir de este abismo jamás. Siempre he buscado formas de explotar todas las capacidades de mi cerebro —porque es la mejor arma que tenemos—, pero no lograba entender porque tantos métodos e intentos parecían no dar resultado. No comprendía por qué mis emociones eran tan inestables, no entendía por qué ninguna chica me miraba o hablaba, no descifraba por qué siempre tenía tan poca energía, la razón de mi acné, de mis ojeras a pesar de dormir. No entendía por qué mi autoestima era tan baja a pesar de ser muy habilidoso, o por qué no era capaz de tener disciplina para emprender un proyecto a pesar de poseer buenas ideas y sentir motivación. Todo eso lo estaba haciendo el porno; el porno te destruye física y psicológicamente con el tiempo, y en mi caso me ha destruido drásticamente. Todo adicto tiene una historia diferente, y lo bueno de este libro es que el autor también cuenta su propia historia para sentirnos identificados con él, para que entendamos que él es un amigo que vino a ayudarnos, y no a criticarnos. Afortunadamente, en mi caso, al final he comprendido lo que me estaba ocurriendo, y afortunadamente logré controlarme para no caer más bajo de lo que pude haber llegado. Todo el tiempo que he dedicado para ver pornografía ha sido tiempo perdido en el cual he deteriorado mi cuerpo y mi mente, a pesar de que nunca tuve intención de hacerlo. Los principales daños que quiero mencionar es la liberación excesiva de dopamina por observar muchas penetraciones y desnudos simultáneamente: escenas que alteran nuestro cerebro y lo vuelven perezoso, ya que después de ver porno, nuestro cerebro no quiere volver a esforzarse para recibir placer y recompensas; también es pésimo porque sexualizamos a la mujer con mucha más frecuencia, de tal forma, que nos volvemos incapaces de no crear fantasías en nuestra mente al observar cualquier chica que observamos en el camino; nos altera la calidad de nuestras erecciones; nos genera muchísima ansiedad; perdemos completamente el tiempo; y lo más peligroso es que poco a poco vamos anhelando tener sexo cada vez más intenso, salvaje, y violento. En mi caso esta adicción surgió después de cumplir 16 años. Antes de esa edad, sí, me masturbaba, pero podría calificarlo como algo «normal» porque tenía mis hormonas alborotadas; no obstante, en esa época no tenía prácticamente acercamiento a internet. Sin embargo, después de esa edad empecé a usar internet con más frecuencia por mis estudios, pero en el tiempo libre empecé a volverme un pervertido. Primero, comencé buscando ecchi/hentai de algún personaje femenino de anime. Por un tiempo fue suficiente, pero el problema con la pornografía es que esta adicción aumenta rápidamente, por lo que siempre resultas buscando algo diferente, algo nuevo, algo que te genere más dopamina. Como me gustó buscar este tipo de contenidos, entonces proseguí con la descarga de imágenes explícitas, lectura de relatos eróticos, videos de striptease, y posteriormente videos pornográficos extensos. Se volvió un hábito buscar porno y masturbarme cada fin de semana, en mi cerebro lo tomaba como un premio por ser un buen estudiante, pero a pesar de ello no sentía esa necesidad de observarlo frecuentemente: solo fines de semana y nada más que eso. Cuando cumplí 20 ya estaba atiborrado de fantasías en mi cerebro, y lo peor es que aumentaron mucho más, debido a que conocí virtualmente a una gran amiga de nacionalidad chilena, que vivía en Suecia. Con ella hablábamos diariamente por horas sobre todos los temas posibles, nos etiquetábamos, nos reíamos, nos entendíamos, era genial su amistad. Un día, bromeando, le pedí que me enviara una foto sexy de ella, pero lo hice sin intención, sabía que no lo iba a hacer porque no teníamos ese tipo de amistad; lo que yo desconocía es que mi amiga tenía una faceta ninfómana de la que no me había hablado nunca: Ese día no me envío ninguna foto, me invitó a una videollamada, y me hizo el show virtual más inolvidable de mi vida. Todo el morbo que tenía acumulado salió a flote ese día y ella me dejó completamente satisfecho. Los fines de semana que dedicaba a ver porno y masturbarme pasaron a ser completamente de ella; todo me lo mostró, todo lo hizo, todas mis peticiones las acató, y todo sin condiciones. Luego de un tiempo discutiríamos y no volveríamos a hablar, pero yo, ya me había vuelto adicto al sexo virtual. Intenté controlarme pero no lo logré, mis hormonas tenían el poder y fue entonces cuando cometí la estúpida decisión de hacer lo mismo que ella: desnudarme con una webcam. Durante varios años mi rutina fue entrar por las noches a sitios como Chaturbate, u Omegle, para quitarme toda la ropa, mostrarle mi cuerpo desnudo a cualquier persona que quisiera observar, fuera hombre o mujer, y masturbarme innumerables veces hasta finalizar satisfecho. Luego de finalizar, mi conciencia no me dejaba tranquilo, me recriminaba, lloraba un montón, pero cuando sentía de nuevo necesidades volvía a recurrir con mis artimañas a mis viejos hábitos. Además, como naturalmente encontré mujeres que también les gustaba hacer lo mismo, eso alimentaba mi deseo por repetirlo una noche más: fueron noches intensas, llenas de placer, pero mañanas de incertidumbre, culpa y suciedad. Pero, al sentirme mal, la única medicina para curarme era seguir viendo porno y desnudándome en internet. Me encontraba atrapado en esta cárcel que yo mismo edifiqué. Después vinieron las chicas webcams; esas chicas que se vuelven sumisas, y todo por un token. Ellas, conectan un aparato a su vagina, y cada vez que reciben un token (criptomoneda) este aparato les genera placer en sus genitales. Yo nunca pagué un peso, pero si me desvelé noches enteras observando como otros usuarios «bombardeaban» de tokens a aquellas chicas: Gemían, se retorcían, sufrían múltiples orgasmos, incluso se deshidrataban, fui adicto a ver esas escenas tan extremas. Desafortunadamente ese no fue mi límite. De todo lo que hice lo que más me hace sentir sucio, enfermo, e inmoral, fue cuando dejándome llevar por la tentación de muchos relatos eróticos que leí, me empecé a subir al transporte público solo con la intención de realizarle arrimones a las mujeres. Como sé, que en diferentes países se le conoce de otras formas, quiero aclarar que un arrimón es cuando buscas placer al frotar tus genitales contra el cuerpo de otra persona aprovechando que no hay espacio para moverte. Podría haber omitido esta parte, dejar mi nombre en limpio, y ser hipócrita, pero mi conciencia exige que me arrastre por el piso y pida perdón —por lo menos por este medio— a muchas mujeres que incomodé en aquellos días. Me siento muy arrepentido de eso, por ser tan vulgar, tan enfermo, tan cochino, tan desagradable: Por haber hecho eso no merezco tener pareja, no merezco tener una relación, esa suciedad no la puedo eliminar de mí. Inesperadamente, de pasar de buscar ecchi en internet, pasé a desnudarme en internet, e incluso a llegar a tocar mujeres en el transporte público. Ese fue mi límite. Sentí que mi alma estaba infectada de putrefacción y por tanto empecé a buscar paz. Darme cuenta de que mi vida sexual era anormal, y de que la lujuria me tenía completamente controlado empezó a preocuparme muchísimo porque sabía que la necesidad de placer podría llevarme incluso a convertirme en un violador. Nunca quise convertirme en esto, yo nunca fui así antes, yo era un chico bueno, noble, tímido, incluso tierno, ¿cómo pude degradarme de forma tan extrema? Todo esto ocurrió aproximadamente antes de cumplir 24 años, y desde entonces he procurado mantener mi mente ocupada en otros temas para alejarme de la pornografía, y asimismo para buscar sabiduría, consejos, y un plan para reconstruir mi vida y mi mentalidad. Por ello me gusta leer, por ello me dedico a jugar ajedrez: Para limpiar mi mente de tanta porquería. Esta historia nadie la sabe, pero en este mismo instante que estoy destapando esta bomba de nitroglicerina, me empiezo a sentir mucho mejor: La verdad nos libera. En aquel entonces para recuperar el control, mi decisión fue seguir viendo pornografía y masturbarme, pero con la condición de no volver a desnudarme públicamente, no hacer nada extraño en el transporte, etc. Ese fue mi objetivo inicial, tuve la fuerza de voluntad de lograrlo, pero a pesar de alejarme para siempre de estas erráticas costumbres, nunca me había comprometido a alejarme también de la pornografía. Esto ocurriría en octubre del año anterior cuando decidí realizar una extraña búsqueda en Youtube sobre Wikipedia. Para no extenderme más, omitiré las razones de aquella búsqueda —aunque quizás podría realizar una versión mucho más completa y detallada de los hechos si algún día me animo a escribirlo todo en un libro—, pero si mencionaré que, el canal que visité para investigar sobre el tema, tenía publicado un video sobre un extraño reto llamado «El reto NoFap». La curiosidad me llamó la atención, abrí el video, lo vi completo, y gracias a ello descubrí que existe una gran comunidad de hombres que intentan superar su adicción a la pornografía y a la masturbación. Se menciona que alejándonos 90 días de la pornografía, de la masturbación, y privándonos de sentir orgasmos, empezaremos a sentir beneficios increíbles en nuestra vida, como lo es poseer mayor confianza, crecimiento de cabello, una piel más limpia, voz gruesa, más energía, humor estable, mejores erecciones, etc. No es 100% comprobado, pero las personas que han realizado el reto afirman que sus vidas han cambiado mucho, y los beneficios son enormes, todo debiéndose a que cuando nos masturbamos estamos desperdiciando nuestra testosterona, hormona importante para muchos procesos del cuerpo. Busqué grupos en Facebook sobre el tema, encontré varios muy buenos, y el sentirme identificado me motivó a intentarlo. Mi primer intento fue bueno, logré resistir 53 días (mi récord personal son 66), pero al fallar me sentí mal por no tener autocontrol y regresar a mis viejos hábitos. No obstante, en este primer intento, noté muchos beneficios como tener más energía o ser emocionalmente más estable. Es por eso, que desde esa fecha estoy comprometido completamente a dejar la pornografía. He recaído, sí, varias veces, pero cada vez ocurre menos, y la limpieza que mi alma estaba anhelando ahora sí la estoy sintiendo. Sé que encontraré tentaciones en el camino, pensamientos que me harán dudar, sé que puedo volver a recaer, pero me siento muy orgulloso del esfuerzo tan impresionante que estoy realizando para cambiar mi vida. Poco a poco, he venido destruyendo todas las conductas y hábitos que me llevaban a masturbarme o ver pornografía. Sé que esta historia de suciedad siempre será parte de mi vida, pero ya no puedo cambiar mi pasado; sin embargo, sí puedo cambiar mí presente y obviamente mi futuro. Es por ello, que como parte de mi recuperación, he decidido contar mi historia, exponiéndome a la vergüenza, a los insultos, a las críticas... Posiblemente, el lector debe estar sintiendo mucho desagrado hacia mí, es completamente comprensible, y si quieren dejar un montón de comentarios con insultos no los juzgaré, ni me defenderé. Lo único que quiero, mi anhelo, es que mi relato sirva de ejemplo para que ninguna persona vuelva a consumir pornografía en su vida. El porno nos destruye, nos corrompe, nos vuelve enfermos, yo no quiero que más personas vivan lo mismo. En el fondo, todos somos muy valiosos, y tenemos grandes capacidades para realizar creaciones que cambien positivamente el mundo. No se dejen contaminar, no se hagan ese mal. Este libro es perfecto para motivarnos y alejarnos de esta porquería. El autor hace un increíble trabajo explicando a fondo cada detalle en la recuperación de un adicto al porno. Nos explica sobre la industria del porno, ofrece un montón de consejos, nos cuenta sobre los beneficios de dejar la pornografía, escribe sobre la dopamina, la transformación que sufre nuestro cerebro, hay grandes frases para enmarcar, etc. Y lo mejor, es que usa un lenguaje cercano que nos hace sentir como si él fuera nuestro amigo. En sus palabras hay comprensión, cariño y paciencia. No nos juzga, nos motiva, nos inspira a progresar, a salir adelante, y a ser libres para siempre del verdadero cáncer de la sociedad. La narración no es completamente perfecta, pero el contenido sí, vale la pena muchísimo. Este libro se lo recomiendo bastante no solo a los adictos al porno, sino también a todas aquellas personas que han visto alguna vez pornografía. De la misma forma como es beneficioso ver documentales sobre el consumo de la marihuana para concientizarnos, es también recomendable leer esta obra para comprender al adicto a la pornografía. Quizás esta lectura puede cambiarte la vida a ti, o a alguien cercano que quieras. Todos estamos tan expuestos a la pornografía que mientras tú lees esta reseña, millones de personas se están destruyendo con un click. Lo triste es que la mayoría aún no comprenden todo lo que nos perjudica la pornografía; sin saberlo, al visitar una de estas páginas, están tomando la peor decisión de sus vidas. Libro súper recomendado, libro que puede transformar vidas. ...more |
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Kindle Edition
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0307475409
| 9780307475404
| 0307475409
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| Oct 1936
| Mar 09, 2010
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¡Clásico de clásicos! Por la gran calidad del contenido, no es una sorpresa que, tras casi cien años de la fecha de publicación, el libro aún siga sie
¡Clásico de clásicos! Por la gran calidad del contenido, no es una sorpresa que, tras casi cien años de la fecha de publicación, el libro aún siga siendo vigente y muy popular. Excelente libro, en verdad me encanta. Esta obra de Carnegie me recuerda a un libro llamado 70 recetas para triunfar en la vida el cual mi madre me regaló hace varios años porque, en aquel entonces, ella, me sintió bastante desorientado en mi vida. Recuerdo que resultó siendo un gran regalo porque en verdad aquel libro me ayudó mucho para madurar, para ganar confianza, y para creer que todo lo que me proponga en el futuro puedo lograrlo, incluso si parece imposible. Enfrentarme a la vida real nunca fue sencillo para mí —de hecho aún tengo complicaciones para adaptarme en ciertas circunstancias— porque yo vivía en una burbuja de irrealidad. Siempre fui el mejor en mi colegio, no sufrí fracasos y/o frustraciones, pero al salir de esa burbuja me estrellé con la realidad y psicológicamente resulté bastante afectado. En unos pocos años pasé de ser un engreído sabelotodo a un fracasado con depresión. Fue en aquella lectura que conocí a Dale Carnegie, ya que en cierto momento del texto se realiza la mención correspondiente a este autor, y por tanto, mi curiosidad me llevó a investigar y posteriormente a leer este libro. En esa ocasión tuve una buena experiencia, el libro me gustó, aprendí mucho, pero el tiempo fue haciéndome olvidar poco a poco las lecciones aprendidas. Esa es la razón de mi relectura, incluso es probable que lo vuelva a leer en el futuro: Este tipo de obras se deben retomar cada cierto periodo de tiempo para recordar lo olvidado y también para aprender lecciones nuevas que posiblemente ignoramos en nuestras lecturas previas. Cómo ganar amigos e influir sobre las personas es una gran obra que nos ayuda a reflexionar sobre los errores que cometemos cuando tratamos a nuestro prójimo. Todo el libro está cargado de historias, frases y lecciones; bellas lecciones que por su sencillez calan hondamente en nosotros, bellas lecciones que nos hace recapacitar sobre nuestro comportamiento, nuestras palabras, y la forma como nos relacionamos con los demás. Leer esta obra sirve para darnos cuenta que las personas no somos robots, y que en todas las ocasiones donde actuamos con antipatía, grosería, y agresividad, realmente hemos tratado a las personas como basura, y nadie, absolutamente nadie se lo merece. Carnegie nos invita a comprender al prójimo, a ganarnos su confianza, a ser amables, simpáticos, y especialmente a interesarnos con genuinidad en ellos. Carnegie nos invita a ser más humanos, nos invita a madurar, nos invita a seguir el ejemplo de cientos y miles de personas que por su buena comunicación tienen grandes amigos y éxito en sus vidas. Carnegie escribió esta obra para ayudarnos a ser mejores humanos. Como sus lecciones son prácticas y prometen buenos resultados, es recomendable no leer esta obra tan rápido, sino preferiblemente intentar practicar, poco a poco, los buenos hábitos propuestos por el autor. También es recomendable realizar muchas anotaciones porque de no hacerlo, nos perderemos las enseñanzas que en el libro aparecen, y como son tantas, entonces se vuelve una tarea imposible memorizarlas todas juntas. Si leemos esta obra como un libro normal, podríamos acabarlo en unas pocas horas, pero si deseamos emplear estos consejos en nuestra vida, lo recomendable es leer poca información en un solo día. Si desean leerlo al azar, también pueden hacerlo, no hay ningún problema con ello. La dinámica del libro es bastante pragmática. El autor nos cuenta una historia de un vendedor, presidente, político, comerciante, etc., y como una fábula, nos deja en cada una de ellas una moraleja importante; moraleja que va fortaleciendo en las siguientes historias del mismo capítulo. Eso me ha llevado a pensar que quizás la cantidad de ejemplos pueden llegar a ser exagerados. Con dos o tres ejemplos podría ser suficiente, en mi opinión, pero cinco o seis ejemplos que refuerzan la misma idea me parece algo innecesario. Lógicamente, no todas las historias impresionan a todas las personas de igual manera, por lo que comprendo que su objetivo es presentar historias diversas, ya que se supondría que alguna tendría que ayudar al lector a reflexionar. Este tipo de historias, y forma en que son narradas, me recuerda a las que se les cuenta a los niños para que aprendan a ser puntuales, responsables, dormir temprano, etc. Son escritas de una forma tan simple, sin atacar al lector por tener fallas o errores, y se siente una paciencia y una compresión tan alta en las palabras que me hace pensar que debió ser muy agradable entablar una conversación real con este señor. Una persona que te escucha, no te juzga, es amable contigo, y a la vez te da consejos sin ofenderte, es un amigo de verdad. Si tú, que estás leyendo esto, conoces a alguien así, cuida mucho esa amistad, es difícil encontrar alguien que esté dispuesto a gastar su tiempo en ti. Aunque no estoy de acuerdo con las lecturas obligatorias, pienso que esta obra sí debería serlo. Con tanta agresividad, odio e indiferencia, que hay por todas partes en el mundo, siento que este libro podría ayudar muchísimo a reducir la cantidad de peleas y problemas de convivencia que se viven en todos los ámbitos posibles: Trabajos, colegios, universidades, hogar, etc. No sé ustedes, pero a mí me parece tan molesto salir a caminar a la calle, con el objetivo de cambiar de ambiente, descansar, quizás meditar, y así respirar un aire más saludable, pero en vez de calmarnos resultamos llegando a nuestro destino más estresados de lo que estábamos. Tantas peleas, gritos, intolerancia, y escándalo por todas partes, es tan, pero tan molesto, que incluso pierdo las ganas de salir en muchas ocasiones. Debemos contactarnos con el mundo exterior, relacionarnos, caminar, y demás, porque somos seres sociales por naturaleza, pero a veces el escenario no ayuda mucho para motivarnos a hacerlo. Quizás si leyeran este libro por obligación no lo practicarían, seguiríamos siempre con los mismos malos hábitos, pero tal vez valdría la pena para intentar germinar la semilla de la duda en algunas personas que, a lo mejor, puede que si tengan la disposición para cambiar sus malos hábitos y actitudes. En los momentos en que se sientan furiosos, frenéticamente descontrolados, y tengan deseos de explotar violentamente sobre los demás, en esos casos, les recomiendo que primero lean un rato este libro, y si después de hacerlo aún tienen deseos de ser violentos, bien pueden terminar su cometido; pero, es probable, que su ira se reduzca mucho porque leyendo este libro comprendemos que somos tan culpables como los demás cuando una conversación se sale de control. Cuando lees este libro sientes la curiosidad de practicar lo que te propone el autor, y lo mejor es que puedes hacerlo en cualquier situación cotidiana de tu vida: Desde hablar con un niño para que te obedezca, o hablar con tu jefe para pedirle un aumento. Este libro puede ayudarte, como su título lo dice, a influir sobre las personas, pero a pesar de ello no encontrarás consejos de cómo manipular a las personas, o aprovecharte de ellos. No. Lo que encontrarás será un libro que te hará entender que sí deseas que alguien te siga, o «te haga caso», debes preocuparte por su bienestar y no solo por el tuyo. Influir sanamente en los demás comprende un intercambio equivalente para ambas partes. En la parte final se cuenta la vida de Dale Carnegie, y entonces es allí donde sentimos más simpatía con el autor porque comprendemos que es igual que nosotros, con sus problemas, sus sueños y dificultades, y que es un gran ejemplo a seguir porque lo que él hizo fue seguir su pasión para dedicarse de por vida a lo que siempre deseó hacer: Ser un conferencista. Es una historia muy bonita que me ha gustado mucho, la he releído varias veces —incluso en este momento mientras escribo esta reseña—, y entre más la leo más me encanta su historia de superación. En resumen, un libro muy bueno que nos ayuda a crecer. Lo leeré varias veces a lo largo de mi vida, y de cada lectura estoy seguro que aprenderé nuevas lecciones porque aprender a tratar a los demás es un camino interminable, y muy difícil de seguir, pero intentar transitarlo vale la pena porque nos traerá grandes beneficios, no solo económicos, sino de todo tipo. Sigue estos consejos y estarás siempre rodeado de grandes amigos, sigue estos consejos y no tendrás enemigos, sigue estos consejos y nunca estarás solo, sigue estos consejos y tendrás una mano amiga que estará siempre dispuesta a ayudarte. Libro que debería ser obligatorio, por tanto es supremamente recomendado. ...more |
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Jan 05, 2022
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Jan 18, 2022
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Jan 05, 2022
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Paperback
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9681320107
| 9789681320102
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| 1975
| Nov 30, 2004
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Malo, muy malo. En realidad 1,3 A pesar del título extravagante, que suele captar la atención del público con mayor facilidad que otros libros, El milag Malo, muy malo. En realidad 1,3 A pesar del título extravagante, que suele captar la atención del público con mayor facilidad que otros libros, El milagro más grande del mundo no es un libro que valga realmente la pena. Su calidad está muy por debajo de su predecesor, El vendedor más grande del mundo, siendo esta una clara explicación de porqué este libro no es tan conocido en el mundo. Sé que es difícil calificar los libros de motivación porque muchas veces en este tipo de textos no se suele tener en cuenta la calidad de la obra, sino exclusivamente los mensajes que pueden ser de ayuda para una humanidad necesitada de mensajes de aliento; no obstante, con este libro, sí es verdaderamente sencillo hacerlo: Es bastante malo. El milagro más grande del mundo es un libro con una trama súper simple, que copia casi por completo el estilo de El vendedor más grande del mundo, y que no ofrece ni la sabiduría, ni los mensajes motivacionales que se esperarían de Og Mandino. Además, es un libro que usa a Dios como «explicación» de todo lo «inexplicable», por lo que el lector puede sentir al finalizar el libro que no ha aprendido absolutamente nada de esta lectura: Mi caso. He decidido leer esta historia porque tengo un bonito recuerdo de El vendedor más grande del mundo. Leí aquel libro en una época en la que mi alma me exigía inteligencia emocional porque no podía conectarme con ella, por lo que pasé meses enteros leyendo diferentes temas psicológicos para entender por completo la desconexión que estaba sintiendo conmigo mismo. Por tanto, al igual que los libros de Dale Carnegie, de Enrique Barrios, y uno titulado Setenta recetas para triunfar en la vida, ese libro se convirtió en parte de mi kit de emergencia para mis desolaciones y depresiones, se convirtió en esa mano amiga que me ayudaba a levantarme del piso; y, aunque pasó el tiempo y nunca más volví a necesitar leer ninguno de aquellos libros, siempre estarán en mi corazón porque fueron mi salvavidas para no morir en el fondo del mar. Quizás por ese recuerdo, por esa nostalgia, fue que decidí leer este libro. Para ser sincero no esperaba nada de este libro, sin abrirlo no parecía ser bueno, pero lo leí por un capricho en el que intentaba agradecer de forma simbólica a Og Mandino por crear aquel libro que me ayudó en mis momentos difíciles. Quizás me hubiera gustado este libro en otro tiempo, pero ese tiempo ya caducó hace mucho. Por otra parte —y al igual que en muchos libros de autoayuda— me ha parecido muy sucia la forma como el autor intenta que leamos su libro completo. Naturalmente, si te dicen que sigas leyendo para encontrar lo verdaderamente valioso del libro, pues tú lo haces esperando que esa información sea REALMENTE VALIOSA, pero si sientes que esa información no ha valido la pena conocerla, entonces naturalmente te sentirás defraudado y engañado: Eso es lo que ocurre aquí. Libros como este, nos recuerdan, que hay cientos de escritores que realmente no les interesa el contenido de sus libros, ni la satisfacción de sus lectores; no, lo que a ellos les interesa es vender porque eso es lo que son: Vendedores de libros. La mejor sección del libro fue el inicio. Obviamente, si el libro hubiera sido malo desde el principio pues nadie se atrevería a continuar con su historia, así que encontramos un inicio sencillo pero interesante que nos genera un poquitico de curiosidad por seguir leyendo. Ya después, más adelante, el libro empieza a presentar errores sin sentido, a repetir mil veces el mismo mensaje, y sinceramente la única razón que justifica la continuación de esta lectura, es por los mensajes prometidos que ya mencionaba en el párrafo anterior. Se nota que fue un libro escrito por obligación, un libro escrito bajo presión para aprovechar el momento publicitario y así obtener más ganancias. De no haber sido así, este libro tendría más profundidad, más cariño en la estructura, y estaríamos hablando de otra obra completamente diferente: Desafortunadamente, esta es una de esas ocasiones, y me duele decirlo, en que hubiera sido preferible que este libro nunca hubiera visto la luz. En resumen, un intento de continuación de la gran historia llamada El vendedor más grande del mundo, que no pasa de ser un completo fracaso, que no tiene sentido, y que no tiene ninguna clase de utilidad para ningún lector de cualquier edad. Si tienes un buen recuerdo de El vendedor más grande del mundo, y de Og Mandino, no leas este libro o destruirás ese recuerdo bonito que quizás tienes en tu mente. Libro no recomendado. ...more |
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Jul 15, 2021
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Aug 10, 2021
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Jul 15, 2021
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Paperback
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8484289311
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| 4.37
| 346,209
| 1880
| Nov 20, 2013
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Una obra maestra, digna de su fama, pero... En realidad 4,2 Este libro me hace enfrentar una lucha feroz y salvaje en mi interior. Una lucha entre ser d Una obra maestra, digna de su fama, pero... En realidad 4,2 Este libro me hace enfrentar una lucha feroz y salvaje en mi interior. Una lucha entre ser despiadado, o ser comprensivo; entre ser destructivo, o ser amable; entre ser un Karamazov, o simplemente no serlo. Empiezo esta reseña con estas palabras porque sinceramente no ha sido fácil decidir el tipo de crítica que realizaría para esta ocasión. En un lado del ring, se encuentra el Steven despiadado y juzgador, que está esperando la oportunidad de pulverizar con sus palabras cualquier obra que lo haya dejado insatisfecho, o que no haya disfrutado plenamente; pero, en el otro lado del ring, se encuentra el Steven prudente y positivo, que con mucha calma sabe destacar lo bueno de cada obra y logra minimizar los detalles negativos de cada historia. Generalmente esos combates se resuelven fácilmente con un knockout, y descifrar el resultado es solo cuestión de minutos; pero, para esta ocasión el combate ha estado bastante reñido y mucho más difícil ha sido tomar una decisión. Comencé a leer esta obra, no solo por la popularidad del autor, sino también porque varias obras de su autoría realmente me interesan, y quiero leerlas en el futuro. Mi primer, y único acercamiento a Dostoievski, había sido la lectura de un pequeño cuento llamado El sueño de un hombre ridículo —el cual recomiendo bastante—, en el cual finalicé completamente satisfecho por la manera como el autor ruso logró transmitir en menos de treinta páginas tantas observaciones y críticas sobre la vida en general. Con esta experiencia, entonces mi cerebro, basándose en su lógica tomó apresuradamente la siguiente conclusión: Si en un cuento de treinta páginas has quedado tan satisfecho, ¿te imaginas, Steven, la experiencia tan increíble que vivirás en ese libro de mil páginas? Entonces me decidí, busqué un espacio, comencé a leer y efectivamente me gustó mucho el libro. Fue una lectura con una prosa bastante destacada, que se me asemejó a la combinación entre Victor Hugo, por la forma como estructura su historia, y Gabriel García Márquez, por la duración que pueden llegar a tener algunos párrafos y la cantidad de temas diversos que se encuentran allí. Es una prosa —irónicamente— fácil de leer, pero que en mi opinión personal, ralentiza en exceso la velocidad a la que transcurren los hechos descritos en el libro. Para ser completamente honesto sentí que en las más de mil páginas no sucedieron tantas situaciones como esperaba, y también percibí que desde el inicio se reveló demasiado pronto el verdadero clímax del argumento. Desde los primeros capítulos es fácil detectar el problema principal que vivirán los protagonistas, con la única diferencia de que desconocemos la ruta que vivirán para llegar hasta allí, por lo que eso me decepcionó un poco. No me malinterpreten, no me ha parecido aburrido el argumento, solo que no creí que esa dinámica del principio fuera a perdurar para todas las páginas, quizás esperaba un secreto que más adelante me sorprendiera, quizás esperaba algo así, pero no sucedió. Hay ocasiones en las que un libro está bien escrito, el argumento principal también es interesante, pero en el que la velocidad y duración excesiva de algunas partes puede llegar a hacerte sentir que estás teniendo una lectura interminable. Los libros largos me encantan, tengo muy buenas experiencias con muchos de ellos, pero con estos mastodontes de papel me gusta sentir que cada página ha valido la pena, y con este libro no viví eso. Hubo partes muy interesantes, pero no todo el tiempo. Ahora bien, eso no significa que el libro no valga la pena. El libro tiene todos los componentes de aquel libro clásico que te invita a reflexionar sobre cientos de detalles de la vida. ¿Qué está mal? ¿Qué está bien? ¿En qué debemos mejorar como sociedad? Dostoievski en esta obra te deja con la sensación de que, a pesar de que han pasado varios siglos y tenemos tanta diversidad de cultura con respecto a nuestros antepasados, seguimos enfrentando durísimas batallas donde la protagonista es la conciencia. La conciencia te puede ayudar a sentir paz, pero también te puede condenar de por vida, eso en caso de que nunca lleguemos a perdonarnos por nuestras malas acciones que no deseábamos hacer. El tema más importante de esta novela, en mi opinión, es la conciencia, y con cada uno de los personajes de este libro, podremos notar cómo batallan todos los días de su vida con ese silencioso «enemigo». ¿Realmente quiero hacer el bien, o simplemente quiero evitar hacer el mal? Igualmente encontramos mensajes importantes sobre la familia, respetar a los padres, el dinero, la avaricia, la capacidad de tomar decisiones, etc. Personalmente no todas sus palabras lograron sensibilizarme sobre los temas presentados, pero sí hubo varias que me tocaron el alma, me dejaron emotivo, y asimismo perturbado por lo presentado. Una aclaración importante es que uno de sus protagonistas está cerca de la vida religiosa, por lo que en varias partes del libro el tema principal se centra en Dios, y en la religión. Para aquellos que no creen en Dios puede parecer algo molesto leer tantas páginas sobre el tema, y más porque se cuenta la historia de cómo un monje se volvió predicador, pero no es una situación que perduré tanto tiempo porque el tema principal del libro no es la religión, solo que el autor decide enfatizar demasiado en las creencias, cultura, pensamientos, etc., de cada uno de los personajes del libro –tanto principales, como secundarios- por lo que esta parte es necesaria para comprender al personaje cuasi principal de esta historia. Digo cuasi principal porque Dostoievski en sus primeras páginas afirma que lo es, pero en mi opinión los protagonistas son los tres hermanos Karamazov, no solo el menor, Aliosha, sino los tres. Asimismo, hay otra conversación sobre la religión entre un ateo y un religioso que también debemos leer con cuidado. Pienso que son partes que requieren leerse con comprensión, sin juzgar, y teniendo muy en cuenta que el objetivo del autor es exponer la mentalidad de cada personaje, y no cambiar nuestras creencias. Sin lugar a dudas la mejor parte ha sido el final. Es la sección donde comprendes que cada historia de cada personaje sí valía la pena para algo, y que sin la debida exposición de estas mini-escenas seguramente este acto final no sería tan llamativo e interesante como lo es en verdad. Por un momento creí que no valdría la pena llegar hasta el final del libro, pero por esa sección sí valió resistir tantas y tantas horas de lectura que realicé por más de dos meses. Les juro que si esa parte hubiera sido mala, la batalla del ring que mencioné al comienzo de esta reseña habría quedado definida en menos de cinco segundos. Afortunadamente ha valido la pena llegar hasta el final, aunque si me preguntaran no volvería a leer este libro jamás. Hay miles de historias que me están esperando. Solo repetiría aquellas que me tocan el alma en la mayor parte de sus páginas, como es el caso de mi querido libro, La Historia Interminable. Como ya se sobreentenderá por los párrafos pasados, los personajes han estado excelentemente desarrollados. No me ha parecido tan sencillo comprender a los rusos del siglo XIX, pero entre más fui avanzando más fui comprendiendo el modo karamazoviano como vivían los seres de aquella época. Principal, y naturalmente, los tres hermanos Karamazov fueron los de mejor desarrollo, aunque no por ello me inclino a elegir un personaje favorito de la obra. Todos tienen sus tonalidades de bondad y maldad, por lo que comprendo a los personajes, y comprendo sus acciones, pero no lograron inmortalizarse en mi memoria. Eso sí, si tuviera que elegir forzosamente un personaje a destacar, entonces no elegiría a ningún Karamazov, sino al abogado Fetiukóvich, que me sorprendió gratamente por su gran capacidad para presentar diferentes perspectivas de una misma situación; perspectivas que no habíamos ni remotamente tenido en cuenta. Ya casi para terminar, debo también reconocer que he sufrido bastante con los nombres de los personajes. Siempre he creído que los nombres más difíciles de diferenciar son los que se encuentran en novelas asiáticas —especialmente chinas—, pero la verdad es que sufrí bastante con los nombres rusos. Todos los nombres se me parecían, no lograba ni siquiera memorizarlos y mucho menos pronunciarlos. Lo digo con todo el respeto posible, pero esos nombres para mí fueron como trabalenguas nivel imposible. Vuelvo y reitero, lo digo con todo el respeto posible. Sé que para aquellas personas nuestros nombres también son extraños. Si ofendo a alguien, no es mi intención hacerlo, en serio que lo siento mucho, solo expreso mi opinión. Podría seguir escribiendo muchos detalles más, pero no quiero desvelar mucho de la trama, ni tampoco quiero realizar ningún tipo de spoiler. Como ya lo he mencionado en varias reseñas, los spoilers no deberían existir, matan la trama y te la friegan. En resumen, Los hermanos Karamazov es una obra madura, que con la exposición de una familia tan peculiar, te intenta dar muchas lecciones sobre la vida en general; lecciones que pueden tocarte el alma, o bien, pueden no hacerlo, todo dependiendo de la conexión que sientas con la forma de pensar del autor. Por ejemplo, pueden parecerte las reflexiones sobre la sociedad, vanas y repetitivas, pero puedes conmoverte cuando te hablan sobre la familia, sobre la maldad del hombre en el pasado, etc. No es un libro que considere apto para todas las personas, ya que depende mucho del ritmo de lectura al cual tú estés acostumbrado, pero también debemos entender como lectores del siglo XXI, que la forma de escribir del siglo XIX y de nuestra actualidad es bastante diferente, y que no podemos esperar de un libro clásico de más de doscientos años la intensidad que encontramos en obras actuales que han sido diseñadas específicamente para ello. No es un clásico sencillo, lo reconozco, pero tampoco es imposible de leerlo. Solo es cuestión de tener paciencia, no tener expectativas, intentar conectarnos con la prosa de Dostoievski, y arriesgarnos a experimentarlo por nosotros mismos. Mi calificación de cuatro estrellas expresa claramente que este libro me ha parecido muy interesante, me atrevería a decir incluso que es una obra maestra, pero que honestamente no me conmocionó con la magnitud que esperaba, no con la magnitud como sí lo hizo un pequeño cuento de treinta páginas. En esta ocasión, la batalla del ring ha finalizado en empate. ...more |
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1
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Sep 16, 2021
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Jan 04, 2022
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Jul 08, 2021
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ebook
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| Mar 2002
| Apr 2015
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Corto, pero intenso. Suicidarse es malo ¿verdad? Pues para los japoneses no es así. Para ellos, el suicidio es una solución viable cuando presentan pro Corto, pero intenso. Suicidarse es malo ¿verdad? Pues para los japoneses no es así. Para ellos, el suicidio es una solución viable cuando presentan problemas irresolubles, sean económicos y/o emocionales, y a pesar de que pasa el tiempo no logran encontrar la luz al final del túnel. Nuestra cultura es tan diferente a la del país del sol naciente, que mientras aquí el suicidio es tomado como un acto de cobardía, egoísmo e incluso un pecado mortal, en Japón no existe este tabú y por ello el suicidio es tomado como una decisión comprensible. Los japoneses sufren mucha presión cuando estudian en el colegio o están en un trabajo, y como suelen reprimir tanto sus sentimientos, lo que resultan creando en quienes tienen inconvenientes de adaptarse en aquella sociedad, es una combinación bastante problemática de soledad, depresión y desesperación: En Japón o eres habilidoso, o eres un fracaso, no hay un punto medio. Además, como muchos de sus antepasados se suicidaron por «honor» en guerras, o en momentos de desesperación similares, entonces eso también influye a que los japoneses crean que suicidarse es una acción moralmente responsable. Por tanto, nosotros que somos parte del mundo occidental, interpretaremos de una forma distinta no solo este manga, sino todo el contenido relacionado al suicidio que viene del lejano oriente. En el club del suicidio encontraremos un manga de horror y fenómenos paranormales, con algunas viñetas bizarras, que fácilmente puede ser catalogado como una historia de realismo mágico. Es un manga que me gustó y me atrapó, y que puede servir de crítica para las nuevas generaciones que vertiginosamente entre más pasan los días más parecen actuar sin lógica. Naturalmente, como todo manga, exagera el tema principal del argumento que en este caso son los suicidios masivos en Japón, pero aun así está bien trabajado, tiene la extensión correcta, e incluso algunos paneles representan con rudeza —pero con exactitud— lo que puede causar una depresión no tratada. Estos son algunos ejemplos: [image]
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Apr 20, 2021
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Apr 20, 2021
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Apr 20, 2021
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Paperback
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Libros así valen la pena leerlos mil veces. La mejor distopía de todas. ¡Magnífico libro, ha sido una gran sorpresa! Personalmente, pienso que Un mund Libros así valen la pena leerlos mil veces. La mejor distopía de todas. ¡Magnífico libro, ha sido una gran sorpresa! Personalmente, pienso que Un mundo feliz es un libro que supera en todos los aspectos posibles a cualquier distopía publicada hasta el día de hoy, incluyendo al famosísimo 1984 de George Orwell. Sí, decir este tipo de declaraciones puede tomarse como una gran imprudencia de mi parte, pero, después de analizar cada aspecto de este libro he llegado a esa conclusión y estoy completamente seguro de lo que digo. En Un mundo feliz, Aldoux Huxley, nos presenta un hipotético futuro en el que prácticamente todo lo que conocemos ha sido alterado de una forma muy radical. No hay religiones, familias, nacimientos, emociones, amor, silencio, soledad, se desconoce el pasado, la ciencia ha sido eliminada, el conocimiento ya no es importante, etc.; pero también es un mundo donde no existe el sufrimiento, ni la pobreza, ni el hambre, ni las guerras, y en el cual las personas tienen mejor salud —incluso viven muchos años más—, no le temen a la muerte, etc. Esas características convierten este libro en una distopía y utopía a la vez, por lo que por momentos sentiremos que es un futuro horrible el que nos presenta Aldoux, pero también observaremos que vivir en un mundo en el que no existe la miseria tampoco es tan malo como parece. Por lo tanto, la premisa que nos ofrece el autor es muy interesante porque nos hace preguntarnos: ¿Preferirías vivir en un mundo con ciencia y conocimiento pero atiborrado de guerras, muerte y tragedia, o preferirías vivir en un mundo pacífico y estable, pero totalitario y lleno de ignorancia? Como pueden notar, elegir cualquier opción nos brindaría muy buenos privilegios pero asimismo grandes desventajas. Y no, no se puede erradicar todo lo negativo de un futuro porque se necesita un equilibrio, por lo que por ejemplo para que existan los milagros se necesita que exista el sufrimiento, o la presencia de la ciencia llevaría irremediablemente a la desconfianza, miedo, guerras y autodestrucción: Es algo inevitable. En cuanto a los personajes, son seres que están completamente trastornados pero que viven plácidamente en esa época. Esto ocurre porque todos sus pensamientos y comportamientos son manipulados desde antes de ser creados, por lo que son como un estilo de «máquinas programadas» que fueron hechas para pensar y actuar de una manera específica: Son personajes muy bien diseñados a pesar de su excentricidad y anormalidad. Naturalmente no me encariñé con ninguno pero tampoco los aborrecí porque es comprensible su forma de vivir. Puede que para nosotros ese estilo de vida pueda ser contraproducente, pero cada generación de seres humanos ha crecido bajo un entorno, vocabulario, cultura, profesiones y sueños diferentes, por lo que es natural ese rechazo hacia un estilo de vida contrario al que llevamos. Es por esta razón por la que nuestros abuelos se quejan de nuestro mundo actual, pero a la vez subrayan las virtudes de la época en que nacieron, y de esa misma forma nosotros actuaremos en el futuro cuando tengamos más de cincuenta años. La humanidad nunca dejará de cambiar por lo que seguramente para cada generación Un mundo feliz será diferente. Los personajes de este libro viven en Un mundo feliz, los piratas vivieron felices en el mar, quienes creen en Dios viven felices orando, los reyes vivieron felices con sus comodidades y su poder, los campesinos no cambiarían el campo por nada del mundo, los guerreros sin una espada serían desdichados, etc. Por ello, el nombre del libro me parece súper correcto porque presenta justamente lo que anuncia: Un mundo feliz. Algo curioso de este libro es que la trama principal pasa a un segundo plano. Es tan atrapante conocer más y más detalles sobre el lugar donde viven los personajes, que en realidad el destino de ellos importa muy poco. El argumento es simple y predecible, y quizás podría ser el punto más bajo de esta nóvela, pero en una distopía/utopía eso es algo normal porque en este tipo de libros lo verdaderamente interesante es la visión futurista que nos presenta el autor. En este caso, esa visión futurista el autor la realiza de manera magistral, y lo mejor, es que el autor no escribe con odio. ¡Eso me encantó! Recuerdo que cuando leí 1984 el libro me pareció muy interesante, pero el autor escribió con tanto odio hacia la sociedad, que irremediablemente asocie esas similitudes con tantas protestas e inconformidad que se vive actualmente en la mayor parte del planeta; pero aquí, Aldoux presenta un libro sin una pizca de rencor u odio, a pesar de reconocer en el prólogo que está completamente en contra del totalitarismo. Y ya que menciono el prólogo, tengo que reconocer que esa parte del libro es excelente. En esa sección el autor realiza una gran explicación sobre la creación de su historia, errores, personajes, etc., pero contiene spoilers por lo que recomiendo que lo lean al finalizar el libro y no antes. La prosa también ha sido adecuada lo que permite que esta novela se lea rapidísimo; aunque, el inicio fue un poco lento y confuso debido a la terminología relacionada a los genes que personalmente me pareció muy difícil de asimilar: La genética no es mi especialidad. Aun así, Aldoux ha sabido jugar muy bien con el estilo de la obra y me ha gustado mucho la forma como lo ha hecho. Mi parte favorita de la prosa fue una sección donde se presentan tres conversaciones simultáneas y tan solo separándolas por párrafos, logra un efecto de adrenalina y un ritmo frenético que puede dar a entender que efectivamente si nos repiten excesivamente una información, puede que empecemos a usar esas ideas como si fueran nuestras, a pesar de que solo las han implantado en nuestra mente. Asimismo, la parte final ha sido espectacular porque nos da una cátedra sobre la sociedad impresionante. Prácticamente cada una de las frases usadas allí son dignas de destacar porque son muy profundas, sencillas de entender y pueden convertirse en una información muy importante para cada uno de los individuos de una sociedad, es decir, para todos nosotros. Entre esa información, se destaca la necesidad de que exista en una sociedad las clases sociales, ya que sin ellas lo único que ocurriría sería un caos total. Hay muchísimas frases para destacar, pero solo haré mención de dos porque descubrir esas frases hace parte del premio de quien se anima a leer esta obra: «Bueno, si usted quiere, puede llamarlo un experimento de reenvasado. Se inició en el año 73 d.F. Los Interventores limpiaron la isla de Chipre de todos sus habitantes anteriores y la colonizaron de nuevo con una hornada especialmente preparada de veintidós mil Alfas. Se les otorgó toda clase de utillaje agrícola e industrial y se les dejó que se las arreglaran por sí mismo. El resultado cumplió exactamente todas las previsiones teóricas. La tierra no fue trabajada como se debía; había huelgas en las fábricas, las leyes no se cumplían, las órdenes no se obedecían; las personas destinadas a trabajos inferiores intrigaban constantemente por conseguir altos empleos, y las que ocupaban estos cargos intrigaban a su vez para mantenerse en ellos a toda costa. Al cabo de seis años se enzarzaron en una auténtica guerra civil. Cuando ya habían muerto diecinueve mil de los veintidós mil habitantes, los supervivientes, unánimemente, pidieron a los Interventores Mundiales que volvieran a asumir el gobierno de la isla, cosa que éstos hicieron. Y así acabó la única sociedad de Alfas que ha existido en el mundo.» El párrafo anterior no hace referencia a conformarnos con la vida que nos tocó, sino hace referencia a que cada individuo en una sociedad es igual de importante, y todos seremos felices cuando encontremos nuestro verdadero lugar en ella. Los seres humanos somos sociables por naturaleza, y aunque nos duela aceptarlo, somos más felices cuando encontramos personas con quien hablar sobre nuestros gustos, sueños, etc. De la misma forma como una construcción necesita de buenas columnas, bases y muros estables, una sociedad necesita de todas las clases sociales para que exista un equilibrio, pero para que exista ese equilibrio se necesita que el pueblo se sienta satisfecho constantemente para que no afecte la estabilidad de la nación. No es bueno tener muchos líderes, pero tampoco es positivo no tenerlos. «Actualmente el mundo es estable. La gente es feliz; tiene lo que desea, y nunca desea lo que no puede obtener. Está a gusto; está a salvo; nunca está enferma; no teme a la muerte; ignora la pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposas, ni hijos, ni amores excesivamente fuertes. Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas pueden obrar de otro modo que como deben obrar. Y si algo marcha mal, siempre queda el soma. El soma que usted arroja por la ventana en nombre de la libertad.» Al iniciar el libro creí que sería una obra recomendada para que los adictos a las drogas dejaran de consumir esas porquerías, pero después de avanzar entendí que sería malísimo que una persona adicta leyera este libro porque justamente se sentiría orgulloso de su proceder. Por lo tanto, si tienen un familiar o amigo que en este momento tiene problemas de ese tipo, por nada del mundo les mencionen este libro porque podrían terminar de corromperse. En resumen, un libro corto pero muy profundo e interesante sobre el comportamiento humano, la sociedad, las clases sociales y la religión, que seguramente no olvidarán nunca y querrán repetir varias veces porque sinceramente es una obra maestra en todo el sentido de la palabra. Es una novela que me ha encantado en todo momento, la volveré a leer en el futuro, quiero seguir analizándola, e incluso siento el deseo de realizar un podcast sobre este libro —a pesar de que nunca he hecho uno— para seguir profundizando y hablando sobre esta obra, que me ha parecido bastante, pero bastante interesante. Libro súper recomendado, excepto si tienes una adicción y quieres superarla, en ese caso, léelo en otro momento. ...more |
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Mar 05, 2021
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Mar 16, 2021
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Jan 23, 2021
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Mass Market Paperback
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8439721919
| 9788439721918
| 8439721919
| 4.18
| 610,377
| Aug 17, 1996
| Mar 12, 2010
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Cada quien es libre de pensar y actuar según su voluntad, pero debemos dejar de culpar a la sociedad por todos nuestros fracasos y frustraciones perso
Cada quien es libre de pensar y actuar según su voluntad, pero debemos dejar de culpar a la sociedad por todos nuestros fracasos y frustraciones personales. En realidad 3,2 Gracias a la ciencia, la tecnología y los descubrimientos de miles de seres que vivieron antes que nosotros, podemos disfrutar de una vida con muchas comodidades. No es una vida perfecta, claro está, pero debemos valorar lo que poseemos y lo que hemos logrado como especie, más allá de todos los errores que se han cometido como destruir la naturaleza, la extinción de muchas especies, etc. El problema del ser humano es que de la misma forma como es tan competente para crear herramientas tan útiles como la rueda, también lo es para causar destrucción por medio de armas, bombas, venenos, etc. Esto ocurre, simple y sencillamente, porque a pesar del progreso tecnológico y científico que hemos vivido como especie, no hemos aprendido a usar la herramienta que recibimos de nacimiento: El cerebro. Nuestro cerebro puede ser un gran aliado, pero también un arma terrorífica que nos puede impulsar a destruir nuestra vida y la de muchos seres más. De eso precisamente trata esta historia, de mostrarnos cómo se genera el caos y se crea una anarquía en una sociedad, a partir del inconformismo, infelicidad, y monotonía de quienes viven en ella. Al inicio no sentí simpatía ni por la prosa, ni por el argumento, ni por los personajes. Esto, porque no me pareció un buen ejemplo que hombres que estaban desilusionados de la vida y que prácticamente querían morirse, se la pasaran golpeándose como animales los fines de semana para sentirse vivos, para sentirse «machos», y para desahogarse de toda la infelicidad con la que vivían diariamente. La sinopsis prometía eso, lo sé, pero quizás esperaba que esas peleas tuvieran un verdadero propósito, como por ejemplo que fueran apuestas, pelearan por algún poder, cargo, etc., pero al conocer en esas primeras páginas la simpleza de «pelear sin sentido» me empecé a preguntar seriamente: ¿Qué estoy leyendo? ¿Cuál es el objetivo de esta historia? Sin embargo, seguí leyendo con desinterés y sin expectativas, y fui entendiendo poco a poco, que estas reuniones solo eran una distracción del antagonista para ocultar sus verdaderos planes. Entonces, de allí en adelante y hasta la parte final, el argumento me pareció mucho más interesante, intrigante —pero sin exagerar—, y logré disfrutar de una historia de la que no esperaba hacerlo, teniendo en cuenta mis disgustos iniciales. El club de la lucha es una historia que presenta en pocas páginas la suficiente violencia, crueldad, autodestrucción, desesperanza, depresión y anarquía, como para hacernos entender lo infelices que muchas personas se sienten viviendo en esta selva de asfalto y edificaciones. Un mundo donde nadie se compadece de nadie; un mundo donde es más importante el enriquecimiento que el dolor del prójimo; un mundo donde las personas desdichadas y fracasadas, necesitan visitar seres en peores situaciones para sentirse menos desventurados; un mundo donde la única solución parece ser la muerte; un mundo donde nadie es bueno porque la oscuridad los ha cegado por completo. Es un mundo que se asemeja mucho al real, pero en el cual solo se presenta lo negativo de la sociedad y no lo positivo. Por tanto, la ambientación ha sido excelente, no solo porque los hechos ocurran en sitios oscuros, viviendas pobres, sótanos, bares, etc., sino porque todas las personas sin importar su profesión, religión o riquezas, sufren de la misma enfermedad llamada infelicidad. La desdicha no es exclusiva de los que menos tienen, cualquier ser humano puede vivirla, sin importar su estrato, idioma o lugar de residencia. El autor necesitaba personajes hundidos en el vacío, y efectivamente ha logrado representarlos magistralmente. Por ello, es entendible el comportamiento de los personajes, así como sus ideas de extorsión y destrucción del prójimo. Solo son seres cansados de vivir con dolor y con problemas, es normal que no les importe nada. Naturalmente ese no es el camino que debemos tomar, pero eso es lo que el autor nos presenta y sobre ello es que debemos reflexionar. Claramente el libro puede tomarse como una seria crítica a la sociedad por no valorar a los individuos que pertenecen a ella, pero por otra parte cada quien es libre de pensar y sentir lo que quiere, por lo que es natural que en cualquier sociedad siempre exista la insatisfacción porque todos pensamos y sentimos diferente: De eso no tiene culpa la sociedad. El pesimismo y la desesperanza que presenta el autor se puede notar claramente en las siguientes líneas:
Ahora, si intento buscar una reflexión de esta obra algo más rebuscada, podría decir que esta historia es la demostración de que con pasión, disciplina y dedicación, podemos cambiar el mundo drásticamente. ¿Transformarlo para bien, o para mal? Esa sería la verdadera pregunta. Sin embargo, si cuidáramos un poquito más nuestra salud mental y combatiéramos con ferocidad nuestros demonios internos, quizás comprenderíamos que las razones para transformarlo positivamente son más valiosas que las negativas. Cuando las personas nos sentimos mal psicológicamente, olvidamos que nada es eterno y que si hoy nos sentimos como basura, puede que mañana nos sintamos felices por todo lo que tenemos a nuestro alrededor, pero a la vez esa felicidad también sufrirá una alteración cuando llegue el momento en que volvamos a sentirnos mal, luego se repetirá el ciclo, y así sucesivamente, eso es normal. Recordar que tenemos salud, que estamos vivos, que podemos cantar, reír, saltar, correr, observar un mágico amanecer... esas pequeñas acciones nos ayudan a sanarnos internamente y valorar este bonito regalo llamado vida. Si Tyler, el antagonista, un ser que «no servía para nada», fue capaz de transformar y pervertir tanto a los demás, ¿por qué nosotros con tantas habilidades, talentos y buenas intenciones no podemos transformar positivamente el mundo? Hay millones de Tyler’s en la vida real, con grandes capacidades para crear, servir e influenciar a muchísimas personas; es una lástima que aquellos Tyler’s usen mal sus habilidades, sería un mundo muy diferente si hicieran las cosas bien. En cuanto a la prosa me ha parecido regular porque sentí que el argumento y las oraciones iban a velocidades diferentes. Es difícil de explicarlo, pero sentí que el argumento avanzaba a una velocidad normal, pero como las oraciones eran tan cortas la narración se sentía como una bitácora, muchas pausas y saltos de tiempo inesperados. Me hubiera gustado que en cada párrafo se expusieran los hechos sin tanto «afán» y sin tanta repetición. Específicamente cuando digo «sin tanta repetición» me refiero a las reglas de El club de la lucha; comprendo que eran importantes, pero citarlas cada rato es innecesario porque siento que con la primera mención queda muy claro todo para el lector. La prosa no llega a ser pésima, ni nada por el estilo, pero pudo ser mejor. No necesariamente todos los thrillers tienen que tener frases cortas y apresuradas, a veces hacen falta párrafos grandes para profundizar en los tópicos de una nóvela. En resumen, El club de la lucha es una nóvela pesimista que me hizo recordar La metamorfosis de Franz Kafka, pero que tiene todos los tintes y ambientación de una novela policiaca, pero sin el rol de los policías. Sí, esperaba una novela diferente, pero encontrar una novela que critica a la sociedad porque no valora a los individuos que pertenecen a ella tampoco me ha molestado. ¿Me ha gustado? Sí, pero sin exagerar. La parte final estuvo genial y me encantó, y creo que por esas páginas y por ese «plot twist» es que vale la pena darle la oportunidad a esta obra, pero tampoco es que sea la «obra maestra». Es una obra para pasar el rato, para distraernos y quizás para cambiar nuestra monotonía. Le colocaría cuatro estrellas de calificación pero por su falta de desarrollo o reflexiones más profundas en algunas temáticas, no puedo colocarle una calificación mayor a tres estrellas. ...more |
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1
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Jul 09, 2021
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Jul 20, 2021
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Dec 31, 2020
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Mass Market Paperback
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6070756983
| 9786070756986
| 6070756983
| 4.17
| 4,985
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| Jan 01, 2015
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¡Cuiden a sus hijos! Nunca se sabe la clase de enfermo que está tras ellos. Cuando tenemos un plan en nuestro cerebro y queremos llevarlo a cabo existe ¡Cuiden a sus hijos! Nunca se sabe la clase de enfermo que está tras ellos. Cuando tenemos un plan en nuestro cerebro y queremos llevarlo a cabo existen dos opciones: La primera opción es controlar nuestras ansias de hacerlo «ya», organizar bien nuestras ideas, y luego elaborar un programa para tener claridad de cómo lo vamos a realizar, en que momento lo haremos y que necesitaremos para cumplir nuestro propósito; en cambio, la segunda opción, consta simplemente de dejarnos llevar por nuestros impulsos e ir improvisando mediante la marcha. En mi opinión, para la creación de este libro, la autora ha decidido tomar el segundo camino; y eso es muy notable debido a la forma desordenada como Liliana ha presentado esta historia: Existieron detalles que se presentaron prematuramente, otros tardaron en llegar, quizás algunos no era necesario presentar, y también la redundancia fue partícipe por diversos pasajes. Si el concepto de esta obra estuviera mejor trabajado, no habría dudado ni un segundo calificando esta obra con cinco estrellas. En el monstruo pentápodo, Liliana Blum nos presenta una historia muy fuerte sobre la pedofilia, donde Raymundo, protagonista y villano a la vez, siente atracción hacia las niñas de cinco a nueve años de edad. Él, imaginando que tiene sexo con ellas, se suele masturbar muy a menudo. Asimismo, diariamente las espía cuando salen del colegio, cuando están en una piscina, en un parque, etc., y todo para escoger a su próxima víctima; y lo peor, es que nadie sospecha nada de él, simple y sencillamente porque es una buena persona que ayuda en la comunidad, es jefe en su trabajo, y además es carismático así como amable con las personas con las que se relaciona. Es la clásica imagen de un hombre normal, pero que internamente disfruta de «entretenimientos» muy peculiares. Eso sí, a pesar de que es un enfermo completo, debo destacar que al igual que muchos villanos es un genio para llevar a cabo sus propósitos: Desafortunadamente, la inteligencia se puede usar para bien, o para mal. Naturalmente sentí repulsión por Raymundo, por la forma como la autora diseñó sus pensamientos y por sus acciones asquerosas de las cuales él tanto disfrutó. El objetivo era crear un personaje detestable, y eso Liliana lo realizó muy bien. En el primer cuarto de libro, la historia estuvo centrada principalmente en presentarnos a Raymundo, y por ello, es que el inicio es tan perturbador, sucio y desagradable. Sinceramente, con las primeras páginas que leí sentí deseos de abandonar este libro, no porque estuviera mal escrito, sino porque el impacto repulsivo fue muy intenso. Sin embargo, cuando retomé fuerzas para continuar, nunca más volví a sentirme perturbado. La razón de que ocurriera esto tiene nombre: Su nombre es Aimeé. Ella, una mujer solterona, con enanismo y sin autoestima, me desagradó completamente —sí, incluso más que Raymundo— por su ingenuidad, toxicismo, pensamientos irracionales y principalmente por enamorarse de Raymundo. Liliana durante todo el libro nos presenta la historia narrándolo desde la perspectiva de los diferentes personajes, y a Aimeé —además de su capítulo— le otorga un diario que la convierte en el personaje con más interacción en la historia. Es decir, mientras Raymundo tiene un capítulo, ella tiene dos: Uno por el diario y otro, su capítulo normal. El problema es que es un personaje insoportable, que repite muchas veces lo mismo y que por momentos no aporta absolutamente nada nuevo. Por tanto, tener muchos capítulos de ella, convirtió un libro de pedofilia en uno sobre la ingenuidad y ceguera amorosa de aquel personaje. Además, es como si la autora no hubiera encontrado más perversidades que ofrecer, por lo que la trama ya se había resuelto por completo en la mitad de la novela. A pesar de que por momentos sentí que algunos capítulos eran innecesarios, la prosa estuvo bien, aunque no fue perfecta. Fue una prosa ligera gracias a la buena colocación de signos de puntuación; el vocabulario fue sencillo; fue interesante su forma de contar cuentos para niños con perversión y doble sentido; y el diario parecía real porque fue escrito con angustia, incredulidad y decepción hacia Raymundo. Siento que la principal falla de su prosa fue no lograr mantener un ritmo estable todo el tiempo —a eso era lo que me refería en el inicio de esta reseña—. La perversión de Raymundo pudo exhibirla más tiempo para impactar aún más al lector, faltó el rol de una persona con odio que quisiera matar al pedófilo, la policía debió tener una participación de verdad, menos capítulos de Aimeé, más de Cinthia, etc. Por otra parte, quizás es mi impresión, noté que la autora intentaba de varias formas sutiles exponer que todos los hombres somos peligrosos porque tenemos pene. ¿Desde cuándo tener un pene es malo? ¿Nosotros al nacer pedimos tener uno? No, claro que no. Si hay pervertidos, manoseadores, pedófilos y/o violadores, no es por culpa de su pene. ¿El violador nace o se hace? Cada degenerado tendrá su propia historia, y la respuesta variará, pero el pene no tiene nada que ver con estas situaciones, es la salud mental lo que los hace cometer estas barbaridades. Si este libro lo hubiera escrito un hombre de inmediato sería tachado de pedófilo, pero como lo escribió una mujer es una genialidad. ¿Hipocresía? No lo sé, solo dejaré algunas citas para que juzguen ustedes mismos:
¿Qué fue lo mejor del libro? La crudeza y repugnancia que ofrece la autora al inicio. ¿Qué fue lo peor? Aimeé. No obstante, el final también me ha dejado muy inconforme y defraudado. No me ha gustado para nada. (view spoiler)[ Sé que el camino «correcto» sería que este tipo de sujetos fueran encarcelados y no volvieran a salir jamás, pero después de cometer todas sus fechorías y satisfacer todos sus placeres, ¿acaso no es un premio para Raymundo llegar a la cárcel y ser reconocido por sus acciones? Sí, pueden violarlo mil veces, pero Raymundo hizo lo que quiso, lo disfrutó, no se arrepentirá jamás y lo volvería a hacer si pudiera, para él, ¿qué importancia tiene el resto? Siento que al final Raymundo debió morir violentamente, no hay espacio para otro final. Yo comprendo que quizás la idea de la autora es sugerir que en ese tipo de situaciones es mejor avisar a las autoridades y no tomar justicia por mano propia, pero es una nóvela de ficción y cualquier lector le desearía el mismo final a Raymundo, ¿por qué no ofrecernos ese pequeño gusto? (hide spoiler)] Los libros no solo sirven para entretenernos, también sirven para ofrecernos lecciones de vida. Esta obra es una gran recomendación para todas las personas ingenuas que se enamoran de repente, que aceptan invitaciones de desconocidos sin dudarlo ni un segundo, que piensan que todos sus vecinos son de confiar porque viven cerca a su casa, que constantemente dicen expresiones como «eso no pasa nada», y que viven creyendo que no hay peligros a su alrededor. Asimismo, es recomendable para aquellos padres que tienen hijos pequeños o que están próximos a tenerlos. Puede parecer anticuado o antisocial pero a veces es mejor ser suspicaz y sospechar de todas las personas desconocidas que intentan acercarse a los más pequeños. Desafortunadamente nunca podremos leer la mente para conocer las verdaderas intenciones de los demás, pero sí podemos tomar precauciones y estar alertas en todo momento. Eso sí, todo en exceso es negativo. El mundo no es un lugar seguro pero tampoco es completamente malo. De la misma forma como no es bueno creer en todas las grandes sonrisas y gestos amables de nuestro prójimo, tampoco es bueno vivir con paranoia de los mil peligros que podrían hipotéticamente acontecernos. En resumen, un libro bastante atrevido que podría ser polémico por su contenido, pero que es destacable por la valentía de la autora de exponer un tema tan repugnante como lo es la pedofilia. Si este libro se hubiera escrito en el pasado posiblemente habría sido prohibido por la crudeza con la que se trata este tema en las primeras páginas. Desafortunadamente, la estructura y el ritmo de la historia no ha sido el mejor, pero a pesar de ello es un libro sobresaliente. La calificación de tres estrellas es más que justa. ...more |
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1
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Mar 19, 2021
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Apr 06, 2021
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May 22, 2020
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Paperback
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8499929257
| 9788499929255
| B07FN6392S
| 3.58
| 17,034
| May 29, 2018
| Sep 20, 2018
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Todo lo que genera adicción es peligroso Buen libro. En realidad 3,5 Nosotros, somos partícipes de la generación, que tiene la «dicha» de tener acceso a Todo lo que genera adicción es peligroso Buen libro. En realidad 3,5 Nosotros, somos partícipes de la generación, que tiene la «dicha» de tener acceso a millones y millones de datos que nos proporcionan la oportunidad de aprender infinidad de temas diferentes. Es tanta la información que encontramos, que solemos expresar con total seguridad, que hemos aprendido más en internet que en el colegio donde nos formamos: Y en el fondo, es verdad. Si por ejemplo te gustan las aves, el mejor lugar para aprender interactivamente sobre estos lindos animalitos es en internet. Un libro no te podrá ofrecer la oportunidad de escuchar sus cantos y sonidos, pero tampoco observarlos te dará la posibilidad de comprender la historia de la especie; en cambio, si entras a la web, con tan solo un clic de esfuerzo aprenderás sobre miles de especies porque internet ha vuelto todo más rápido y sencillo de realizar. Internet llegó a nuestra vida como el ángel salvador de nuestra ignorancia, y como estamos sedientos de conocimientos y somos curiosos por naturaleza, es inevitable no amar internet. Si internet nos ayuda tanto, ¿para qué separarnos de él? Navegar en la web es como entrar a un parque de diversiones sin límites, en el que te entretienes con cada atracción que encuentras, sin parar, y por el tiempo de duración de la energía de tu cuerpo y de tu mente, aunque también podemos llegar a desvelarnos, ignorando nuestras necesidades básicas como dormir, defecar, y comer. Además, como a los seres humanos nos encanta lo desconocido, y cada día se publican nuevas aplicaciones, juegos, sitios, videos, noticias, etc., pues lo más natural del mundo es ir sintiendo cada vez más esa necesidad de estar revisando, minuto a minuto, hasta la más pequeña notificación de lo que nos interesa. Como todos lo hacen, y parece completamente normal, pues nosotros también lo hacemos. Es más, como no estar actualizado siempre ha sido catalogado como «negativo», pues con más firmeza sentimos un gran impulso a revisar todos los días decenas de sitios por internet, y todo para seguir sintiéndonos aceptados en esta sociedad, porque en el fondo eso es lo que buscamos. Sin embargo, hay muchas lecciones por aprender en nuestro paso por este mundo, y una de ellas tan importante, pero a veces tan ignorada, es que todo en exceso, es malo. Desafortunadamente ese es el gran problema que vive nuestra generación, el problema de acostumbrarnos a vivir de excesos. Lógicamente, los excesos con el tiempo provocan adicciones, y las adicciones nos destruyen, por lo que el ángel salvador que apareció para combatir nuestra ignorancia, en verdad no es tan bueno como parecía. Claro que nos ayuda a combatir nuestra ignorancia, pero ¿a qué precio? ¿De qué sirve llenar nuestros cerebros de miles de datos, si no sabemos procesarlos? ¿Por qué mejor no nos enseñan primero sobre los defectos de internet, en vez de tener que aprenderlos cuando ya somos adictos? Ya no parecemos seres humanos, ahora parecemos zombies dependientes de un dispositivo. En este libro, el autor nos contará sobre los peligros de las redes sociales, pero el problema no son las redes sociales, el problema es la tecnología en general. La tecnología nos ha vuelto igual de adictos que un consumidor de heroína. Esta adicción ha alterado nuestro cerebro, ha destruido la empatía con la que nos relacionábamos con las demás personas, y en general ha intoxicado con un veneno mortal cada una de las áreas de nuestra vida. ¿Estoy exagerando? Claro que no. Todos conocemos a alguien que no puede separarse de estos dispositivos, y cuando lo hace, se le nota la angustia y el sufrimiento por salir de su mundo irreal. Y si no conocemos a nadie, de hecho es muy sencillo comprobar la intoxicación que vive el mundo en general. Lo único que necesitamos es desconectarnos por varios días de nuestro móvil, salir a la calle, observar el comportamiento de las demás personas, y reflexionar sobre lo que divisamos. No hace falta ser un gran observador, ni hacer meditaciones como si fuéramos budistas, para notar lo enferma que vive la sociedad por tener tanta información a la mano. Somos una generación que ya ni saborea la comida; que ya ni duerme; que ya no comparte con la familia; que ya se le olvidó escuchar a los demás; que huye con pavor del silencio, la calma, o la meditación; que ya no piensa por si misma; que ya no puede salir a ningún evento sin tomar una foto, o publicar un estado; que ya no puede pasar siquiera una hora sin su dosis antinatural de dopamina, que mantiene embobado al cerebro. Tras observar estos, o muchos otros inusuales cambios de comportamiento, ya no parece que seamos una generación tan dichosa, ¿verdad? La buena noticia es que podemos cambiar, y recuperar nuestro cerebro. Debemos aprender a usar la tecnología correctamente, y no que la tecnología nos use. Necesitamos desconectarnos (no permanentemente, claro está) para recuperar nuestra esencia, nuestra alma, nuestros pensamientos, y elegir lo que realmente deseamos hacer. Si nunca nos desconectamos, seguiremos siguiendo las órdenes de un algoritmo que programa todas las notificaciones y noticias que recibimos. Si no nos desconectamos, seguiremos siendo simples ratones de laboratorio que monitorean constantemente, y con los cuales experimentan para averiguar la mejor forma de seguir drogándonos con eficacia. Debemos salir de esa burbuja irreal en la que vivimos para ser libres. ¡Debemos despertar! Después de esta larga reflexión introductoria, que parece más un ensayo, paso ahora sí, a comentar sobre el libro. Bien, en Diez razones para borrar nuestras redes sociales, nos encontramos un libro que es interesante por su información, pero el cual no es constante en su intento de retener la atención del lector. Quizás no les suceda a los demás, pero yo he sentido que es un libro muy desorganizado en la forma como presenta su información. En la mayoría de los capítulos se repite información que fue presentada en el primer capítulo, se explica varias veces lo mismo, se usan referencias y notas de página que no aportan mucho valor a la lectura, y hasta el título me ha parecido un fraude porque la razón número diez, realmente es un resumen de las otras nueve razones, y además, prácticamente durante todo el libro, el autor recomienda (casi gritando) que borremos nuestras redes sociales, pero al final dice que no es necesario borrarlas sino solo desconectarnos por un tiempo de ellas. ¿Al fin qué? Hay que tener claro el mensaje que queremos transmitir. No obstante, a pesar de sus fallas en el proceso de creación, y de que sentí todo el tiempo que estaba leyendo una conspiración que intentaba sugestionar mi proceder, el libro tiene información muy interesante como la descripción psicológica de los usuarios de las redes sociales. Eso fue algo que me encantó porque, indudablemente tengo que reconocer, que me sentí identificado con las características que presentó el autor. Yo he tenido pensamientos de ese estilo, y en el fondo también soy un adicto a internet: Es más, he descubierto que también soy adicto a la pornografía, aunque ese es otro tema del que hablaré probablemente en otra reseña. Sin tener en cuenta la razón diez, sobre la que ya expliqué, debo decir que el sentido primario de las restantes nueve razones, contienen valiosa información para entender en profundidad sobre los daños físicos y psicológicos que nos causan las redes sociales. Hay frases importantes para destacar, mensajes para releer varias veces con mucha calma, y párrafos que nos hacen reflexionar sobre nuestro comportamiento en internet. El objetivo del autor es que el lector dude de su forma como usa las redes sociales, y eso lo consigue de una forma interesante. Estas son algunas de esas frases: «Tú, y solo tú, tienes la responsabilidad positiva de inventar y mostrar maneras de vivir sin la basura que está destruyendo la sociedad.» Como bien pueden notar con estas frases, se puede observar que el autor ha realizado una gran investigación psicológica sobre nuestro comportamiento como seres humanos, y de la forma como un algoritmo manipula nuestras decisiones, nuestras emociones y nuestra vida en general. Naturalmente, el autor ha tenido mucha experiencia en el mundo de la informática, por lo que su conocimiento sobre algoritmos, lo combina con su investigación para crear un mensaje de conciencia que intenta ayudar a nuestra sociedad, que está destinada a la destrucción si sigue por el mismo camino. En este libro encontramos reflexiones muy interesantes sobre temas como la obsesión por los likes y las estadísticas, la agresividad, la pérdida del libre albedrio, la idiotez, la información falsa, la infelicidad, etc. Un buen libro para reflexionar, esa es la verdad. El inicio me pareció estupendo, arrancó de la mejor manera, pero después de cierta cantidad de páginas, empecé a sentir un cierto tipo de «pereza» porque los capítulos se me hicieron demasiado largos. Como mencionaba anteriormente el final es un resumen, quizás pudo ser más emotivo, pero en general es un libro aceptable que vale la pena conocer para ser un poco más conscientes de nuestro uso de las redes sociales. Hay que tener en cuenta también que el autor usa sus experiencias propias y opiniones, para intentar reafirmar sus convicciones sobre las que nos quiere convencer a lo largo de todo el libro. En resumen, un libro valioso que invita al «despertar de la conciencia» para dejar de ser títeres (lo cual me gusta mucho), pero que puede llegar a volverse tedioso por la cantidad de información que no es relevante para el lector. Realmente el libro pudo tener otra estructura, y ser más corto, esa es mi opinión. Eso sí, a pesar de mis observaciones, no me arrepiento de haber leído este libro porque hay frases y mensajes que me ayudan a crecer y evolucionar en este largo camino llamado vida. Libro recomendado. ...more |
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1
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Aug 18, 2021
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Aug 31, 2021
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Mar 18, 2020
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Kindle Edition
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846751146X
| 9788467511468
| 846751146X
| 4.22
| 708,713
| Apr 1966
| Dec 31, 1999
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Obra maestra, obra perfecta, obra que me ha destrozado el alma. Un libro que ha llegado a mi vida para no olvidarlo nunca. «He aprendido que la inteObra maestra, obra perfecta, obra que me ha destrozado el alma. Un libro que ha llegado a mi vida para no olvidarlo nunca. «He aprendido que la inteligencia por sí sola no significa gran cosa. Aquí, en su Universidad, la inteligencia, la educación, el saber, se han convertido en grandes ídolos. Pero ahora sé que hay un detalle que han olvidado: la inteligencia y la educación que no han sido templadas en el afecto humano no valen gran cosa.» —Charlie Gordon. Este libro ha partido mi corazón en mil pedazos, y aunque han pasado más de tres meses desde que finalicé esta historia, aún no logro encontrar todos los fragmentos de mi corazón. Con este libro he llorado muchísimo, y me ha dolido lo más profundo de mi alma. Pero a la vez, he sentido odio, muchísimo odio —perdón la expresión— hacia todas esas personas tan hijueputas que disfrutan burlándose de los problemas que viven personas como Charlie. Ni siquiera se les debería llamar personas porque son la putrefacción del mundo, me da asco su existencia. Ya explicaré en los siguientes párrafos porque siento tanto desprecio por esos individuos. Flores para Algernon nos narra la cruel historia de Charlie Gordon, un hombre adulto que al igual que miles de personas en el mundo tiene problemas de discapacidad mental. Sin embargo, un día se le presenta la oportunidad de su vida: Un experimento. Experimento que intenta mejorar su vida, por medio de una operación que busca aumentar su inteligencia. Naturalmente Charlie se someterá a dicha operación porque él desea ser más inteligente, por lo que desde allí en adelante, empezaremos a conocer el doloroso pasado de Charlie, y el desconcierto que siente en el presente tras ser sometido a aquella cirugía. Como pueden notar el argumento es sencillo por lo que es muy fácil leer este libro; pero, lo que no es fácil, es ir avanzando página tras página sin sentir el dolor de todo lo que ha tenido Charlie que soportar y vivir. Es en este punto donde te duele la maldad de las personas; te duelen las burlas hacia el indefenso; te duele cada frase que Charlie expresa con inocencia aunque no entiende, pero a ti te duele porque tú si la entiendes. Siempre que caminamos por la calle y vemos a una persona que actúa de forma anormal, como si fuera un «loco», o un «retrasado», lo ignoramos y ya está, pero después de leer esta historia cambiarás completamente la percepción que tienes de esas personas. ¿Por qué me ha afectado tanto esta historia? Pues bien, les contaré. A lo largo de mi vida he tenido la oportunidad de estar cerca de tres personas con problemas mentales. La primera, es mi vecina que me lleva dos años, tiene problemas de aprendizaje, y nunca pudo estudiar porque su propia familia le negó la oportunidad de hacerlo, ya que nunca quisieron enviarla a ninguna institución porque eso era una «perdedera de plata». Por tanto, con el paso de los años, ella resultó reciclando y cargando pesados bultos todos los días para intentar sobrevivir. La segunda persona es una tía de mi madre, que nació con retraso mental, y de la cual muchos se burlaban. Sin embargo, fue una persona —sí, fue, porque ya falleció hace muchos años— que le hizo durante muchísimos años compañía a mi madre, e incluso mi madre confiesa que ella fue la mejor amiga que ha tenido en su vida. En cambio, con la tercera persona compartí mucho más. Su nombre es Iván, tiene mi misma edad, y es muy inteligente. Su problema consiste en que no puede realizar ciertos movimientos motores correctamente, y que la forma de expresar sus emociones siempre serán los de un niño pequeño, sin importar la edad que tenga. Este libro me hizo recordar todo el tiempo a mi amigo Iván, porque estudié con él seis años, se graduó de bachiller también conmigo, pero durante su estancia en el colegio siempre mis compañeros —que eran maliciosos por naturaleza— se burlaron de él sin contemplación. Él ni se daba cuenta que se le burlaban, creía que ellos se reían porque eran sus amigos, cuando realmente se aprovechaban de él. Y aquí, es donde empiezo a sentir odio porque recuerdo la forma como algunos lo atacaron: Le robaban las onces, se le copiaban las tareas, se le burlaban en la cara, las mujeres le empezaban a coquetear para preguntarle sobre su vida íntima y sexual, y lo peor que le hicieron fue cuando un día, un tremendo imbécil, se atrevió a meterle el pene en la boca. Vinieron expulsiones, denuncias y demás, pero al final ¿eso de que sirve? Cuando el mal ya está hecho, los traumas no se olvidan. Desde allí, entre los que lo apreciábamos de verdad, empezamos a intentar protegerlo lo mejor posible hasta el momento de su graduación. A Iván, siempre lo tendré en mi corazón, y tiene mi más absoluto respeto. En verdad es un gran hombre, una persona muy educada, y que nunca causó problemas. El mundo está lleno de personas como Iván, o Charlie, pero lamentablemente también está atiborrado de maldad y personas abusivas: A veces es demasiada cruel la realidad. Por ello, mientras leí este libro todo el tiempo me acordé de mi amigo, y no pude contener las lágrimas. De hecho, mientras escribo estas palabras, no puedo ocultar que estoy llorando en este instante. Después de realizar una pausa, tomar agua, y secar mis lágrimas, ahora paso a contar sobre la estructura del libro. Daniel Keyes ha elaborado su libro de forma magistral al asignarle el rol de narrador al mismísimo Charlie, quien cuenta sus experiencias, sentimientos y pensamientos, a través de un informe de progresos. Pero recordemos, Charlie tiene discapacidad mental, por lo que no sabe escribir muy bien. Es por ello, que en los primeros capítulos el libro está escrito con la ortografía y redacción de una persona que no sabe escribir. Esto quizás puede ser molesto para el lector, pero a mí personalmente me ha parecido una completa genialidad. Para mí lo es porque Daniel Keyes naturalmente sabe escribir, por lo que emplear una narración con errores de ortografía y estructura, y que a la vez logre comprenderse perfectamente —como sucede— no debe ser sencillo. Usar la propia prosa para darle profundidad a su protagonista es algo muy original y bien pensado. Adicionalmente, otro punto muy destacado sobre la estructura del libro, es el uso de flashbacks. Hay historias donde se siente que el uso de flashbacks es una obligación porque no están escritos con la paciencia y delicadeza del resto del libro; sin embargo, Daniel Keyes le ha dedicado muchísima atención a los flashbacks en su obra, llegando a ser capaz de suministrarle al lector una gran dosis de dolor y consternación en cada inyección del pasado de Charlie. Considero que esta obra, que se ha ganado mi corazón y nunca olvidaré, es una fuerte crítica al bullying, a la intolerancia, a los problemas familiares, a la falta de comprensión, entre muchos temas más. Es un libro que te enseña sobre la vida, y que te ofrece a través de Charlie, una perspectiva inocente sobre ella. Todos, absolutamente todos en algún momento fuimos inocentes, pero al crecer dejamos de serlo, y al crecer también olvidamos la mayor parte de pensamientos y creencias que tuvimos en esa etapa ingenua de nuestra naturaleza. Charlie es inocente, por lo que recorrer este camino junto a él, nos mostrará una perspectiva única sobre la forma como la sociedad se aprovecha de la ingenuidad. Al fin y al cabo, por ello es que cuando somos niños necesitamos la protección de un adulto que ya conoce de la vida, de lo contrario la maldad del mundo nos tragaría enteros. Sin embargo, avanzarán las páginas, el estilo de redacción cambiará, y de la misma forma comenzaremos a ser testigos del gran cambio que vivirá Charlie (Eso no es un spoiler, eso aparece en la sinopsis del libro). Será como acompañar a un niño en su proceso de crecimiento en el cual va aprendiendo a vivir, pensar, enfrentarse a los dilemas morales de la vida, se va enamorando, observa lo bueno y malo del mundo, vive su sexualidad, etc. Seremos testigos de que los traumas más difíciles de superar son los que adquirimos en nuestra infancia, y de que no basta con tener conocimientos o ser inteligentes cuando no hemos aprendido a manejar nuestras emociones, tanto negativas como entusiastas. Seremos testigos de que nuestra sociabilidad, característica de los seres humanos, siempre ha condicionado nuestros comportamientos con el firme objetivo de sentirnos pertenecientes a un grupo, civilización, o demás. Seremos testigos de que la ciencia es una gran bendición para la civilización, pero también una gran tortura para otros cuantos. Es un libro triste, pero precioso, que está escrito de tal forma que te toca el corazón, juega con tus sentimientos, y en verdad es muy, pero muy emotivo: Es el libro más emotivo que he leído en mi vida. Es en este punto donde necesito hacer la aclaración, de que a pesar de que esta historia está incluida en la categoría de ciencia ficción, no encontraremos más elementos relacionados al género. Toda la ciencia ficción de esta historia es el experimento, no hay más. Claramente ese experimento obliga a que esta obra entre en dicha categoría, pero el libro está enfocado completamente en Charlie, en su progreso, y en las críticas mencionadas anteriormente. Sin embargo, ¿qué importa que no tenga más ciencia ficción? Eso deja de importar en este libro, esa es la verdad. Psicológicamente, es un libro perfecto. En resumen, un libro cruel pero bello, que te ofrece la oportunidad de descubrir que no eres tan villano como a veces sueles personificar ante los demás. Ese rol, solo es una coraza que hemos ido fortaleciendo porque en el fondo hemos llorado, nos han lastimado emocionalmente de mil maneras, y no queremos volver a sentir dolor. Por ello, este libro te hace recordar que la maldad del mundo, el sufrimiento del indefenso, y la crueldad en general, sí te lastiman en el fondo así te hagas el fuerte. Cada capítulo es una punzada de dolor para el alma, y cada lágrima derramada es una demostración de que tienes un lado muy bello que debes proteger del mal. Un libro que te hace sentir mucho más humano, y que lo recomiendo a todo ser que viva alguna vez, en este planeta redondo llamado Tierra. ¿Calificación? No tuve ni que analizarlo. Cinco estrellas son muy poco para esta obra maestra. Libro súper recomendado. ...more |
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Aug 12, 2021
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Sep 07, 2021
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Mar 06, 2020
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Paperback
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9681311884
| 9789681311889
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| 4.21
| 27,877
| 1979
| Jan 01, 1992
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Una verdadera obra maestra. Me encantó de inicio a fin. Siempre me ha gustado caminar. Caminar me ayuda a pensar, a sentir paz, a maravillarme de las p Una verdadera obra maestra. Me encantó de inicio a fin. Siempre me ha gustado caminar. Caminar me ayuda a pensar, a sentir paz, a maravillarme de las pequeñas cosas de la vida, y también me ayuda a descubrir libros en los escaparates de las librerías. Eso sí, pocas veces me he enamorado de un libro al verlo exhibido en una vitrina, pero la curiosidad y esperanza de que ocurra me hace girar la cabeza inevitablemente hacia esos lugares. Justamente, en una de esas caminatas fue que conocí este libro, pero en ese momento no me atrajo en lo absoluto. ¿Por qué? La razón fue sencilla: El título del libro. Cuando leí el título creí que sería un libro lúgubre, tedioso, aburrido y que sería uno de esos textos relacionados con la religión que se convierten en temas polémicos. Además, la portada tampoco ayudaba en nada porque en esa edición aparecía una imagen de algo que podría ser un castillo, una iglesia o un claustro, y eso me dio a entender que trataría sobre monjes franciscanos o algo así. Durante los siguientes años veía publicaciones en Facebook sobre este libro, pero como estamos expuestos ante tanta información simplemente las ignoraba. Sin embargo, hace como tres años leí la sinopsis aquí en Goodreads y me llamó la atención, pero tuvieron que pasar meses y años hasta que finalmente me animara a leerlo después de ver tantas reseñas buenas por todas partes. ¿Y saben que aprendí? Aprendí que no me puedo dejar llevar por las apariencias y que siempre debo leer la sinopsis de un libro antes de ignorarlo. Mi actitud estaba haciéndome perder un libro increíble, uno de los mejores que he leído en mi vida. Antes pensaba que un sanatorio mental era un hospital más, pero la realidad es muy diferente: Es un lugar para enloquecer. Torcuato Luca de Tena ha hecho un trabajo tan destacado que incluso llegó a vivir un tiempo allí para conocer en profundidad los casos de los pacientes que usaría en su historia. Y los que eligió, son casos tan espeluznantes que una persona cuerda no podría imaginar que existan seres con problemas tan graves. Después de leer este libro no volveré a usar la expresión «estoy loco» cuando hablo en voz alta, cuando siento que nadie me entiende, o cuando simplemente estoy en un estado de frenesí por escuchar mi música favorita con volumen alto. No, usar esa expresión sería una burla ante tantas personas que en este momento están luchando por superar sus problemas mentales; y no es que esas personas sean débiles o ignorantes, es que el cerebro es tan poderoso que en caso de funcionar mal, se puede convertir en un poderoso enemigo que afecta la vida de cualquier persona. No debemos juzgar a quien padece de un trastorno mental porque nadie sabe lo que pasa en el cerebro de otra persona. Asimismo, este libro me hace admirar el trabajo de quienes cuidan a estas personas: Ellos son los verdaderos héroes. Tal y como indica la sinopsis, la historia trata sobre la estancia de Alice Gould en un sanatorio mental. Alice es alojada en ese lugar debido a un peligroso trastorno psicológico que tiene, aunque, ella afirma que eso es mentira y que realmente viene a investigar un crimen que sucedió allí. Por lo tanto la premisa del libro es descubrir si Alice efectivamente tiene la razón o está completamente loca. Y quizás eso se podría descubrir fácilmente si el personaje principal fuera otro, pero al ser Alice, es muy difícil inclinarse por una elección. Ella es elegante, se gana la confianza y aprecio de todos con su amistad y nobleza —incluso del lector—, y tiene una inteligencia tan impresionante que por momentos parece Sherlock Holmes pero versión femenina. Con una persona tan agradable para hablar y capaz de responder siempre correctamente, es muy difícil no creerle porque todas sus respuestas tienen mucha lógica; pero a la vez, los diagnósticos dicen algo diferente y como lectores sentimos todo el tiempo confusión por no saber que creer. Los demás personajes también están bien desarrollados, como el caso del doctor Alvar, los gemelos Rómulo y Remo, o Ignacio Urquieta. Sin embargo, la genialidad de Alice es la que realmente sobresale entre cualquier personaje del libro. En cuanto a la prosa también me gustó porque las conversaciones que se desarrollan entre los personajes son muy interesantes, divierten, no son fanfarronerías y son dignas de destacar. Como ejemplo de ello, este es un fragmento de un diálogo entre el doctor Teodoro Ruipérez y Alice Gould: —Es usted tenaz, doctor. De haberlo querido hacer, tampoco hubiera podido. Pues lo ignoro todo acerca de los venenos. Este tipo de genialidades las encontramos todo el tiempo. Quizás el único disgusto relacionado a su prosa, es la manera como al inicio incluyó las historias de los pacientes que estaban internos en ese lugar. No fue desagradable leer esas páginas, pero si fue difícil diferenciar estos personajes porque Torcuato presentó de inicio muchos pacientes, y ni sus apodos ni sus trastornos mentales me ayudaron a distinguirlos en ese momento. Además, como Torcuato era periodista, decidió usar ese estilo para presentar estas historias, pero, personalmente, me gustó más su prosa literaria que su estilo periodístico. Los renglones torcidos de Dios se ha convertido en un libro tan especial, que incluso ha surgido en mí el deseo de visitar un buen psicólogo (a) para contarle los pensamientos más ocultos y oscuros de mi mente. Quiero que descubran mis miedos más profundos, mi personalidad, mis habilidades, mis defectos, todo: Siento mucha curiosidad por lo que se pueda revelar. Así como el silencio, la meditación y los momentos angustiosos me ayudan a percatarme de facetas ocultas en mi vida, de la misma manera asistir a varias terapias podría ayudarme a conocer otras y a potencializar mis talentos ocultos, y quizás vivir de ellos. Es más, para las personas que sienten que nadie les pone cuidado, ir a un psicólogo sería una excelente opción. Sí, ellos solo lo harán porque estamos pagando un servicio, pero hacerlo nos ayudará a suplir esa necesidad de sentirnos escuchados. En resumen, un libro súper intrigante, con un ritmo intenso por momentos, con mucho suspenso en sus páginas y que además de entretener nos ayuda a conocer cómo es la vida en un hospital psiquiátrico. De inicio a fin he quedado satisfecho con lo que he leído. ¿Lo releeré? Sin duda alguna. Libros como este, que nos causan todo tipo de sensaciones, son los que valen la pena releer muchas veces más. Cinco estrellas es mi calificación, no lo dudé en ningún momento. Libro muy recomendado. ...more |
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Nov 12, 2020
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Sep 12, 2024
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Feb 05, 2024
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May 21, 2024
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Jul 30, 2023
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Jun 28, 2022
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Apr 26, 2022
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Mar 15, 2022
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Jan 18, 2022
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Aug 10, 2021
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Jan 04, 2022
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Apr 03, 2019
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